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A pedir del FMI: tras su aprobación en el Senado, Macri vetó la ley que modera el tarifazo

En la mañana de este jueves, Cristine Lagarde monitoreará la realidad política argentina. Buscará, afanosamente, confirmar que el gobierno nacional vete la ley que modera los tarifazos en los servicios. La misma que se votó en el Senado nacional ya avanzada esta madrugada por 37 votos a favor y 30 en contra. Aunque el tablero originalmente había marcado 38 a 29 por un error individual.

31 de mayo de 2018| Eduardo Castilla |

Se repite lo ocurrido, hace poco más de un mes, en la Cámara de Diputados. Se trata de una nueva derrota política del oficialismo. Derrota que es impuesta en el parlamento por un peronismo obligado a girar a la oposición ante el enorme descontento social existente.

En la tarde de este miércoles nuevamente el oficialismo había ratificado que vetará la norma. A pesar de la enorme oposición social, que alcanza a 9 de cada 10 argentinos, el macrismo elige pagar el costo político.

Se trata de una clara señal en el camino del acuerdo con el FMI. Una confirmación de que el gobierno, en la nueva situación abierta tras la corrida bancaria, se dispone a ajustar apuntando a reducir el déficit fiscal. Cristine aplaude.

Maratón de repeticiones
El Senado volvió a protagonizar una maratónica sesión que culminó en la madrugada de este jueves. Con casi medio centenar de oradores, la jornada no deparó grandes sorpresas. Oficialismo y oposición volvieron a marcar el ritmo con acusaciones cruzadas que, en gran parte, no faltan a la verdad.

Cambiemos volvió a su menú habitual y repitió las críticas a la “herencia recibida”. Denunció el pronunciado declive del sistema energético bajo el ciclo kirchnerista. La pérdida de la capacidad de autoabastecimiento fue reiterada una y otra vez.

Cierto es que Cambiemos utilizó este argumento en aras de justificar el tarifazo actual y los enormes beneficios de los que gozan las privatizadas. Esteban Bullrich, el primer senador oficialista en intervenir, aventuró que recién en 2022 se podrá terminar con la dolarización de las tarifas.

Desde el peronismo se denunció correctamente al ajuste en curso. El senador formoseño Mayans, que actuó como miembro informante del proyecto, criticó el conjunto de la política económica.

Ya en los cierres, Cristina Fernández de Kirchner volvió sobre el discurso inicial de Mayans, reiterando las críticas a la situación económica de conjunto. Como podía esperarse, hizo además una reivindicación de las gestiones kirchneristas.

Por su parte Miguel Ángel Pichetto buscó diferenciarse tanto del kirchnerismo como del oficialismo. Sin embargo cuestionó fuertemente a la gestión de Cambiemos por su manejo de la economía. Sin embargo, no se privó de plantear la necesidad de un "gran acuerdo político" para hacer los ajustes que impondrá el FMI.

El peronismo que ahora parece distanciarse de Cambiemos es el que sistemáticamente aportó a la gobernabilidad. Sin ir más lejos, esa fuerza fue la que aportó los votos necesarios para aprobar múltiples proyectos, entre ellos el Presupuesto 2018 que ya contenía la base del ajuste actual. En el Senado fueron, además, quienes apoyaron la llamada reforma previsional.

Solo el enorme descontento social existente entre la población puede explicar este giro hacia una mayor oposición.

Veto cantado
Todo indica que este jueves por la mañana el Ejecutivo nacional anunciará el veto a la norma aprobada en el Senado. Una versión periodística indicaba que el anuncio correría a cargo de Marcos Peña. Así, mediante una pobre maniobra, el oficialismo intentaría que el costo político no recaiga en el presidente.

De ser así, es evidente que ese intento fracasará. Como ya todo el mundo sabe, el veto es una prerrogativa presidencial. Es decir, solamente puede ser ejercido por Macri. En segundo lugar, fue el mismo presidente el que demostró su férrea oposición a la norma. La última vez fue el lunes pasado, cuando difundió un mensaje grabado donde virtualmente “retaba” a gobernadores y senadores por su apoyo al proyecto en discusión.

Una encuesta que se conoció este martes indica que el 90 % de la población rechaza el veto. Ese porcentaje evidencia el enorme descontento social hacia el tarifazo. Un descontento que se extiende no solo entre quienes votaron a fuerzas políticas opositoras, sino también a muchos votantes de Cambiemos.

Ese rechazo se alimenta de la persistente caída del nivel de vida de la población. El tarifazo vetado se sumará a la creciente inflación.

En estas condiciones la decisión funcionará como repetición a escala ampliada de la reforma previsional, un verdadero punto de quiebre con amplios sectores de quienes le otorgaron su apoyo.

Agreguemos que la utilización del veto implica apelar a uno de los mecanismos más antidemocráticos del régimen político burgués. Una herramienta que le otorga, prácticamente, poderes de monarca al presidente y le permite pasar por encima de una votación en las dos cámaras parlamentarias.

Una vez más queda al desnudo que los voceros del discurso republicano solo ejercen su “institucionalismo” cuando el funcionamiento apunta en la dirección de su política de ajuste. De lo contrario, velozmente ignoran la llamada “voluntad popular”.

¿A dónde está, que no se ve…?
La conducción de la CGT tenía planeado reunirse este miércoles. Sin embargo decidió postergar su encuentro a la espera de lo que ocurriría en el Senado.

Durante semanas, el discurso de la dirigencia sindical peronista amenazó con un paro nacional en el caso de que Macri vetara la ley que modera las tarifas. Hasta el momento no se ha pasado de las palabras.

La norma que se votó en la madrugada de este jueves limita parcialmente el tarifazo. Lo hace retrotrayendo las tarifas a sus valores de noviembre de 2017. El cambio implica una mejoría en la vida de millones de personas.

Fue este el argumento que utilizó el Frente de Izquierda en Diputados para acompañar críticamente la propuesta. Recordemos que la fuerza que tiene como uno de sus referentes al diputado nacional Nicolás del Caño plantea la nacionalización del conjunto de los servicios, bajo gestión de los trabajadores y comités de usuarios populares. Una salida de fondo que implica terminar con el brutal negociado contra el pueblo trabajador que implicaron las privatizaciones.

El veto presidencial significará que las subas siderales de los últimos meses sigan cayendo con fuerza sobre las mayorías populares. Facturas de $ 4.000 o $ 5.000 llegarán a domicilios donde los trabajadores cobran, apenas, el doble de esa cifra. Un verdadero golpe a la economía doméstica de millones de personas.

Para evitar la degradación del nivel de vida del conjunto del pueblo trabajador se hace urgente y necesario el llamado a un paro nacional y un plan de lucha por parte de las conducciones sindicales, medidas que permitan derrotar efectivamente el tarifazo.

Este viernes habrá diversas movilizaciones en el marco de la Marcha Federal. El PTS y el Frente de Izquierda ya anunciaron que estarán en las calles con una columna independiente, rechazando el veto de Macri y exigiendo un paro nacional y medidas contundentes contra el tarifazo.

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