Buenos Aires: Protesta frente a la Embajada de Chile por el asesinato de Matías Catrielo Quezada

Dos patrulleros, cuatro furgones, un camión hidrante, un camión de bomberos, 30 policías uniformados y casi igual número de civil... Tal fue el despliegue que realizó la Policía Federal en las inmediaciones de la Embajada de Chile ante la protesta convocada por organizaciones mapuche y no mapuche. Unas 20 pacíficas personas, con banderas mapuche, una wiphala y una pancarta con la consigna "Chile estado asesino" eran el motivo de tamaña demostración de fuerza.

A las 11.30 abandonaron la sombra de los frondozos árboles de Plaza República Oriental del Uruguay y bajo el calcinante sol caminaron hacia las vallas dispuestas sobre la calle Tagle. Sin medio alguno para amplificar la voz, a pura garganta, mapuches de diferentes puntos del Wajmapu residentes en Buenos Aires hicieron oír su queja por el asesinato de Matías Catrileo Quezada a manos de Carabineros, la prisión política sufrida por luchadores de su pueblo, el silencio gubernamental ante la extensa huelga de hambre sostenida por Patricia Troncoso Robles - que la tiene al borde de la muerte - y la militarización de las comunidades en el Sur de Chile.

Sobre el final del acto cuatro personas ingresaron a la sede diplomática para entregar una carta dirigida al embajador Luis Maira Aguirre firmada por varias organizaciones, en tanto la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA) también dejó en mesa de entrada una dirigida a la presidenta Michelle Bachelet. El viernes a las 12 la misma delegación será recibida por el titular del cuerpo diplomático, una hora antes organizaciones sociales de la Capital y el Conurbano darán la una clase pública "Chile: El secuestro de la democracia" frente a la representación trasandina.

Bajo la mirada atenta de gorras, calvas, bigotes, lentes oscuros y fotógrafos sangre azul transcurrió la actividad convocada por la Coordinadora de Organizaciones Mapuches de Neuquén y a ella adhirieron la ONPIA, el Equipo Pueblos Originarios del SERPAJ, la Cooperativa de Trabajo Cacique Chalimin, la Cooperativa de Vivienda Tupac Amaru, la Comisión Mapuche de Los Toldos, la Organización Epu Bafkeh de Los Toldos, Diálogo 2000, el Centro de Estudios de Políticas Públicas para el Socialismo. El objetivo de la concentración fue denunciar "el doble discurso de las autoridades de Chile, que postulan para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pero no han aprobado el Convenio 169 de OIT y aplican de leyes represivas heredadas de la dictadura militar del general Pinochet", señalaron los organizadores. También refirieron irregularidades en los los juicios a dirgentes y autoridades tradicionales, donde los elementos condenatorios surgieron de testigos pagos y testigos sin rostro.

En las diferentes intervenciones resaltaron que se trata de un sólo pueblo que ha sido dividido por dos Estados. Justamente Nilo Cayuqueo, originario de Los Toldos, destacó la necesidad de "refundar los Estados obsoletos nacidos de la invasión europea" y "construir una nueva sociedad". También señaló que los gobiernos de la Concertación sólo han defendido los intereses de las empresas transnacionales y grandes grupos locales del sector forestal, minero y pesquero.

Cayuqueo también habló de las constantes represiones tanto en las zonas rurales como urbanas y de los traumas que aquejan a los niños que crecen en ese ambiente de tensión y violencia permanente. En ese punto estableció un paralelo con lo que está sucediendo actualmente en la comunidad Huenctru Trawel Leufu, de Picun Leufu, en conflicto con Petrolera Piedra del Aguila S.A.

Tras la intervención de Cayuqueo, Marta Berreta - de la Comisión Mapuche de Los Toldos - y Verónica Azpiroz - de Epu Bafkeh - leyeron la carta que se entregó en la Embajada. Durante la actividad se llamó a no consumir productos o servicios de capitales chilenos. También se resaltó la necesidad de que las autoridades argentinas se pronuncien por la situación que vive el pueblo mapuche al otro lado de la Cordillera.

Foto de Portada: Anarrest