Comisión de la ONU dictaminó la extensión de los límites marítimos de la Argentina, reconociendo la disputa por la soberanía sobre las Islas Malvinas.

El Gobierno británico reaccionó señalando que el organismo "no tiene jurisdicción sobre las cuestiones de soberanía" ya que su dictamen son "recomendaciones que no son jurídicamente vinculantes". La decisión fue tomada por la Comisión del Límite Exterior de la Plataforma Continental , compuesta por 21 especialistas y creada por la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar.

El último lunes la Cancillería argentina, anunció a través de la ministra de Relaciones Exteriores Susana Malcorra que la ONU había aprobado unánimemente el pedido de Argentina de "extender el límite exterior de nuestra plataforma continental", lo que implicaba "un reconocimiento por parte de la ONU de la existencia de una disputa por la soberanía de las Islas Malvinas". El nuevo límite exterior de la Plataforma Continental Argentina incorpora 1.700.000 metros cuadrados.

En su mensaje, la canciller argentina rescató el trabajo "de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) –creada por ley en 1997–, que en abril del 2009 realizó la presentación ante la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar, y señaló también que se trata de "un verdadero ejemplo de política de Estado" ya que el trabajo comenzó hace 20 años y se mantuvo a lo largo de todos los Gobiernos.

La actitud del Estado burgués argentino después de la guerra de Malvinas fue primero la de abandonar cualquier reclamo de soberanía, como la política de seducción de los kelpers durante el menemismo, o centrarse en hacer declaraciones simbólicas que tanto gustaba realizar el kirchnerismo sin afectar un ápice los intereses británicos. En la reciente Cumbre de Davos Mauricio Macri se reunió con David Cameron y afirmó que la soberanía sobre Malvinas no es prioridad de la agenda bilateral ya que, según sus palabras, "el mundo no se traba por un conflicto. España tiene un conflicto con Gran Bretaña por Gibraltar y ambos Estados tienen relaciones estrechísimas. Hay temas que se van tratando de forma paralela".

Como respuesta, una vocera del primer ministro David Cameron reafirmó la posición colonialista del imperio británico al señalar que "aún tenemos que recibir los detalles de ese informe. Es importante hacer constar que este es un comité asesor. Hace recomendaciones que no son jurídicamente vinculantes y no tiene jurisdicción sobre las cuestiones de soberanía".

La vocera británica manifestó que "lo que es importante es lo que piensan los habitantes de las Falklands (Malvinas)", quienes "han sido claros que quieren seguir siendo un territorio de ultramar de Gran Bretaña". Como conclusión sostuvo que el Reino Unido continuará "apoyando ese derecho". Después de la Guerra de Malvinas, Inglaterra ha usado el supuesto derecho a la autodeterminación de los colonos británicos como excusa para seguir manteniendo la ocupación colonial que, desde 1833, ejerce sobre el territorio de las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur. El reclamo del derecho a la autodeterminación de los habitantes de las Islas choca con el hecho de que los isleños votaron ser colonia británica de ultramar, o sea habitantes británicos en suelo colonizado.

Con la excusa del desastre político y militar, y finalmente la capitulación frente al imperialismo, que realizó la dictadura en la Guerra de Malvinas en 1982, esta posición supo ser sostenida en Argentina por algunos opinólogos y referentes intelectuales que hoy cantan loas al macrismo, como los que integraban el Grupo Plataforma, entre ellos Jorge Lanata o Gabriel Levinas.

Los socialistas revolucionarios reivindicamos la soberanía argentina en las islas Malvinas y denunciamos una usurpación imperialista exigiendo el inmediato retiro de las tropas y bases militares de Malvinas, Guantánamo, Panamá, Haití y Colombia y de toda América Latina.