Salta | | Estado del Tiempo
| Usuarios Acceso a Usuarios
| RSS Suscripción a RSS

Córdoba: Horas de mucha angustia y desesperación vivimos los vecinos de las Sierras Chicas.

Curiosa coincidencia. Y no tanto.

La lluvia, esa “bendición celestial” que era invocada por los intendentes y funcionarios hace poco más de un año, esta vez fue demasiada. Tanto así que en el camino se llevó vidas, sueños, y parte del mismísimo acueducto que inauguraron con moño, foto y solución en cómodas cuotas.

Mientras tanto en nuestras ciudades el agua lame los postes donde cuelgan los carteles proselitistas rumbo a 2015. Ellos son, en muchos casos, los mismos candidatos y las mismas puertas que venimos tocando desde hace tres años con petitorios entregados en todas las reparticiones de la Provincia de Córdoba y en cada Municipio del corredor. Además de informes, como el que presentó la Asamblea Ciudadana Unquillo Ambiente en octubre de 2013 que advierte sobre el riesgo de deslizamientos ante inundaciones, y las notas de esta Coordinadora que exigen y reclaman participación y planificación territorial.

Y es que más allá de la cantidad de agua caída, la “catástrofe” no es “natural”: Lo natural es que cuando llueve el agua se infiltre y vuelva lentamente a la superficie (efecto de esponja). Pero las cuencas altas están siendo desmontadas, incendiadas y edificadas, desprotegiendo e impermeabilizando el suelo que pierde su capacidad de esponja. Ya no retiene el agua cuando llueve, y no la libera cuando falta.

Y así hoy, ésta escurre imparable cuesta abajo.

Pero no es la primera vez que ocurre, ya imparable ha bajado hace algunos años, y cada tantos más, de nuevo. Sólo debemos hacer memoria. Y así como cada cierto tiempo nos sobra, también cada cierto tiempo nos falta. Lo “natural” no es la catástrofe, lo natural son los ciclos, pero que se hacen cada vez más extremos mientras más deterioramos nuestras cuencas, que son las que los amortiguan. Lo natural es que en época de sequía las sierras entreguen el agua que acumularon en época de lluvia. Y sólo recuperando ese buen estado de salud podremos recuperar el equilibrio entre que hoy sobre en demasía y mañana nos sea tan escasa.

Así, la crisis hídrica y las inundaciones terminan siendo dos caras de la misma moneda.

Cuando no hay agua, se la pretende traer de otra parte, pero llegan las sequías y las “soluciones” nunca alcanzan. Y si ésta no falta, bastan unas gotas para rebasar las cuencas. Así, las políticas impulsadas por la provincia y los municipios, son ineficientes y pensadas a muy corto plazo, y además se gestionan primando los intereses de grupos económicos. Todo ello, sin contemplar la participación de los propios habitantes que somos quienes hoy estamos sacando el barro de nuestras viviendas a fuerza de balde y bronca.

Con menos del 5% de Bosque Nativo en la provincia de Córdoba, se desmonta una hectárea por hora, ostentando así el triste récord mundial en depredación de nuestros bienes comunes. Es así que, en la pampa las topadoras le abren paso a la soja, y acá en nuestras sierras las mismas topadoras le abren paso al desarrollista amigo que trae sus canchas de golf (El Terrón) y barrios exclusivos (El Montecito y Ticupil). Son los grandes empresarios que, asociados con el poder, construyen rutas como las que ayer demolió el agua. Agua que ya no pudo absorber la montaña y escupió al progreso su fuerza natural.

Es por todo ello que venimos exigiendo y trabajando para reglamentar y poner en funcionamiento cada una de las once reservas hídricas que tenemos en lo alto de nuestras cuencas, más arriba de nuestras ciudades. Y por lo que venimos también proponiendo la conformación del Corredor Hídrico y Biológico de las Sierras Chicas. Porque sólo de esta forma vamos a poder alcanzar ese equilibrio, tan quebrado como se nos ha demostrado hoy.

Por todo lo dicho, es que manifestamos infinita tristeza e impotencia y nos solidarizamos con nuestros vecinos y amigos que hoy se ven despojados de sus bienes y cargados de preguntas sin respuesta. El cómo y el por qué seguramente pasarán a formar parte de la arena mediática, pero esperamos que de una vez por todas, las respuestas formen parte de la agenda pública. Esperamos que las soluciones no sean solamente obras faraónicas que se traducen en promesas electorales.

Agradecemos a nuestros bomberos, a Defensa Civil y demás fuerzas vivas, y a cada persona que colabora y se solidariza con quienes hoy lo necesitamos.

Esperamos respeto por cada habitante. Y por sus hijos, y los hijos de ellos. Para que todos tengan agua en el vaso y no en el colchón.

Y esperamos que cada uno de nosotros, como habitantes y como vecinos de estas sierras, las que nos dan un suelo, un hogar, su agua y su belleza, aprendamos y nos comprometamos a recuperarlas, cuidarlas y respetarlas.

Hoy más que nunca, seguiremos encontrándonos, trabajando y movilizándonos para exigir nuestro derecho a participar en las decisiones que, visto está, nos afectan profundamente, y para que podamos reconstruir así el equilibrio y la salud de nuestras sierras, nuestras ciudades y nuestro territorio.

Publicidad
Publicite aqui
Publicite Aqui

Datos de Contacto:
Cel: 3874152946
E-mail: redaccion@copenoa.com.ar

Libros: Orden, Represión y Muerte

Orden, Represión y muerte

Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz

Portada | General | Politica | Policial | D.D.H.H. | Cultura | País | América Latina | Mundo | Pueblos Originarios

Copyright 2001 - 2010 - Todos los derechos Reservados - copenoa.com.ar