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Detuvieron a un Narco vinculado al PJ Salteño : Delfín Castedo , un protegido político y un criminal

La noticia podría parecer menor: un narcotraficante salteño que era buscado desde hace ocho años por homicidio, comercio de estupefacientes —entre otros delitos—, fue detenido esta tarde en la localidad bonaerense de Parque Leloir por Gendarmería Nacional.

26 de julio de 2016| Christian Sanz |

Se trata de Reynaldo Delfín Castedo, apresado a bordo de una camioneta Toyota Hilux cuando circulaba por esa localidad del partido de Ituzaingó, en el oeste del conurbano.

El hombre está acusado de ser el autor intelectual del crimen de Liliana Ledesma, asesinada el 21 de septiembre de 2006 en Salvador Mazza por resistirse junto a otros pequeños productores a ser desalojados de los caminos vecinales por donde se traficaban toneladas de cocaína.
Quien escribe estas líneas, investigó —y desnudó— la trama hace diez años en este mismo portal a través de una nota que no careció de detalles escabrosos. Entre otras cosas, este periodista reveló que Ledesma también era informante de algunas fuerzas de seguridad en temas de narcotráfico.
El artículo referido produjo un verdadero tembladeral político en Salta y provocó algunas reacciones en cadena: desde la renuncia de un diputado llamado Ernesto Aparicio hasta el enroque de media docena de funcionarios de esa provincia por parte del entonces gobernador Juan Carlos Romero.
De a poco, los medios de comunicación —nacionales y extranjeros— fueron sumándose a la denuncia de lo sucedido y apareció en el candelero la figura de Castedo y su hermano, también acusado de ser instigador del homicidio de la informante Ledesma.

En este marco, Romero intensificó en esos días su estrategia para despegarse del escándalo: luego de soltarle la mano al diputado (y presumiblemente narco) Ernesto Aparicio, lo eyectó de su cargo al exintendente de Salvador Mazza, Francisco Ibáñez a través de la resolución 069/06.

Drogas y poder

La idea de que Salta es una de las provincias donde el poder político está vinculado por excelencia a la venta de drogas no es antojadiza. Hay un largo historial de hechos acaecidos en los últimos años que dan cuenta de ello. Primeramente, hay que tener en cuenta que es una provincia ubicada de manera estratégica para ingresar narcóticos al país, lo cual fue aprovechado históricamente por grandes barones de la droga utilizando como reaseguro el financiamiento a ciertos gobernantes y políticos salteños de turno.
El primer indicio fuerte se dio a mediados de los años 80, cuando se estrelló un avión perteneciente al entonces gobernador de Salta, Roberto Romero —padre del exmandatario provincial—, en la zona de San Antonio de los cobres con 200 kg de cocaína. Todas las miradas se dirigieron al mandatario, quien jamás pudo quitarse el mote de "narco", ni siquiera después de fallecer en un sospechoso accidente.

Los días de gloria de Romero coincidieron con el período en que nuestro país pasaba a ser "productor" de narcóticos y dejaba de ser lugar de "tránsito".
Fueron los días en los que se hicieron fuertes los grandes capos del tráfico de estupefacientes como los hermanos Castedo, quienes comenzaron a "bancar" algunas campañas políticas a cambio de poder moverse con tranquilidad en su negocio.

"Tanto la candidatura de Ernesto Aparicio como la de (el exintendente de Salvador Mazza) Francisco ’Pancho’ Ibañez fueron financiadas por los narcos, aunque este último ahora haya tomado distancia del clan de Castedo (...) Otra de las personas vinculadas a ellos es el ex diputado salteño Juan Carlos Outes, quien más de una vez se reunió en Salta con Aparicio y Castedo. Te cuento ahora esto porque la causa ya está ventilada, es más, creo que ya no se podrá arribar a nada", confesó un investigador salteño a este periodista con gran escepticismo en 2006.

Horas antes, otro informante había aportado su cuota de certeza: "Aparicio siempre fue pichón del PJ en Salvador Mazza y no se descarta que haya solventado alguna campaña al poder, no te olvides que cuando agarraron al comisario (Jorge) Montoya con 50 kilos en Tartgal, se bajaron de la candidatura (Juan Carlos) Romero y (Carlos) Menem. También cayeron otros 50 kg en manos de un funcionario judicial de tartagal y ex concejal (Luis) Nezis. Un refrán criollo que dice cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía, de la noche a la mañana Aparicio, auspiciado por Castedo, fue asesor del gobernador de Salta (Romero)."

¿Casualidad? Pareciera que no. Sobre todo si recordamos que Romero (padre e hijo) aparecen desde hace años en los archivos de la DEA norteamericana por sus vínculos con el mundo de las drogas.

En el mismo sentido, a fines de los años 70, apareció el nombre de Romero padre vinculado al mundo de los narcóticos en la página 103 del libro Mamá Coca del periodista Anthony Henman: "(…) Es, no obstante, de la vecina Argentina de donde han provenido las más asombrosas revelaciones de implicaciones a alto nivel en el negocio de la cocaína, indudablemente, no con respecto a los actuales gobernantes militares, altamente paranoicos y ultra reservados, sino con relación a personajes que predominaron en el último periodo de la presidencia de Isabel Perón. La historia fue revelada por el servicio de informaciones del ejército en las vísperas del golpe de 1976 e incluía a una serie de prominentes figuras del ala derechista del movimiento peronista, entre los que figuraban el ignominioso Ministro de Bienestar Social, López Rega; el Ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Vignes, y una corte de figuras secundarias como el Ministro Raúl Lastiri, el senador Cornejo Linares, el director del diario ’El Tribuno’, Roberto Romero (...) Operando una serie de bien equipados laboratorios de cocaína cerca de Salta, en la frontera con Bolivia, estas figuras controlaban una red de gran alcance que utilizaba la Policía Federal para la distribución interna en el país y la cobertura del servicio diplomático para la consolidación de una ruta segura para las exportaciones."
Demasiadas coincidencias.

Desarmadero salteño

En los últimos años, a
l tiempo que el narcotráfico se ha ido incrementando en la provincia de Salta (y, por qué no, en el país) se han ido desarticulando los controles de las fuerzas de seguridad y se ha separado de su cargo a aquellos que han demostrado sobradamente tener intención de acabar con el flagelo de los narcóticos.

Uno de ello es el comandante de Gendarmería Eduardo Aníbal Maiztegui, quien fue separado de la fuerza luego de haber desempeñado un destacado trabajo de investigación en las célebres operaciones "Carbón Blanco" I y II. Lo mismo le sucedió al comandante Jorge Horacio Jalley, jefe de la Region III en Córdoba.

"Ambos hombres estaban para ser directores de la fuerza, pero alguna influencia del poder motivó su alejamiento, creo que le han pagado muy mal a esos hombres. A la persona que dirigió las investigaciones también lo sacaron de escena. Lo enviaron a uno de los países de América Latina donde se fabrican toneladas de cocaína por día", confesó una de las fuentes consultadas por este medio en consonancia con media docena de testimonios recabados para el presente artículo.

Otro de los informantes fue más directo: "Yo estaba investigando a Castedo y me sacaron de circulación sistemáticamente", aseguró a este periodista.
A pesar de la protección del exgobernador Romero, los Castedo siempre han mantenido perfil bajo, pero una investigación italiana los puso en el máximo nivel de exposición. Se trata de un artículo publicado por el diario romano Il Giornale, sobre una red de tráfico internacional desbaratada hace pocas semanas en Europa. Allí se dan detalles del envío de cocaína desde nuestro país hacia el viejo mundo a través de una organización denominada "el cartel de los Losano". Quien aparentemente recibía la droga era un tal Morgan Marco Ulivieri, hijo de una condesa italiana.

"El propietario del cartel es la familia Losano, que gestiona sus actividades comerciales como el holding Losano Corporation (...) Se utilizaba la red comercial del carbón vegetal para el tráfico desde Sudamérica. El jefe oculto de la droga es Reinaldo Delfín Castedo, quien pasaba los fines de semana en Milán con Ulivieri", señala la nota.

La pata argentina de la cuestión ya fue extensamente revelada por este periódico a través de tres artículos donde abundan datos y nombres concretos. A lo ya publicado habría que agregar lo comentado por un investigador que se encuentra en Salta desde hace varios años investigando a Castedo y su gente.

"Te comento que el testaferro de Delfín Castedo, Alberto Yudi, juntamente con Ajaloni, están comprando tierras en lado boliviano, sobre el Río Itaú y Tarija para formar su area protegida tal como Ipaguazú, que le costó la vida a Liliana Ledesma, entre otras personas. Ajaloni tiene una panadería en calle San Martín en el mismo edificio donde funciona el supermercado San Jorge, sucursal Tartagal de Alberto Yudi, atendido por su mujer llamada Blanca Aguilera. A las cuentas de estas personas ingresa el dinero de la droga de Castedo y Aparicio", aseguró el privilegiado informante.

En el contexto de los bolsos, la droga y los vínculos de los narcos con la política kirchnerista, no hay nada que deba sorprender.

Fuente- Tribuna de periodistas -: http://periodicotribuna.com.ar/17481-detuvieron-a-un-narco-vinculado-al-pj-salteno.html#sthash.GH2H1ooN.YdrXLAS2.dpuf

Drogas Y Muerte En Salta

¿POR QUÉ GOBERNADOR ROMERO?

El narcotráfico hace estragos en nuestro país. Y no es una frase efectista, sino la más pura realidad actual. Argentina, que se consideraba lugar de tránsito hace no muchos años, ahora es parte directa de la producción y comercio de estupefacientes. Eso que tanto se temía hace sólo un par de décadas, finalmente ha sucedido.

La droga ha copado los lugares de poder más insospechados y se ha enquistado en muchas de las provincias del país, corrompiendo a la clase política vernácula.

Es evidente -duele decirlo- que no será sencillo erradicar este flagelo. Muchos políticos, en lugar de combatir el comercio de drogas, viven de él. No pocos jueces protegen el negocio y los legisladores no avanzan en una normativa que permita actuar de manera contundente. Nuestros hijos serán los que padecerán las consecuencias de esta enorme irresponsabilidad, no hay dudas de ello.

Muchos creen las drogas son un problemas de otros, que sólo debe preocuparse aquel que vende y, eventualmente, el que consume. Pero no es tan sencillo. La droga corrompe, genera violencia y deja muerte a su paso.

Los coletazos de lo antedicho es lo que hoy sucede en países como Colombia, modelo al que nos dirigimos indefectiblemente. Comienzan a aparecer en nuestro país los síntomas de lo antedicho: guerra de cárteles, enfrentamiento entre bandas y muerte a manos de sicarios.

La línea blanca

En el marco descripto, en Salta ha sucedido un hecho gravísimo, que muestra a las claras la batalla que se viene en lo que a narcotráfico respecta. El día 21 de septiembre pasado, fue asesinada de siete puñaladas una mujer llamada Liliana Ledesma en la localidad salteña de Salvador Mazza. Para los medios y la gente en general, sólo era una vendedora de huevos de 39 años, pero en realidad se trataba de una "informante" de algunas fuerzas de seguridad salteñas en temas de drogas (1).

Lo que podría parecer un hecho policial más, no lo es, aún cuando el secretario de Seguridad de Salta, Gustavo Ferraris, sostuvo que se trató de "un hecho policial que nada tiene que ver con la política".

Las palabras de Ferraris en lugar de tranquilizar, preocupan, más aún cuando, días antes de ser asesinada, Ledesma había denunciado en una entrevista radial que un diputado justicialista llamado Ernesto José Aparicio había cerrado caminos vecinales en Salvador Mazza con el objeto de liberar una zona para el tráfico de drogas.

Esta muerte no sólo fue planificada por gente involucrada al narcotráfico sino que se intentó dejar un mensaje mafioso a aquellos que tengan la mínima intención de denunciar este tema a futuro: la boca de Ledesma fue tajeada de arriba abajo, en señal de silencio.

Liliana Ledesma era viuda de Gilberto Villagómez, un ciudadano oriundo de San José de Pocitos (Bolivia) que tenía antecedentes por drogas y que apareció muerto a bordo de su automóvil acribillado a balazos en el barrio Norte de la ciudad fronteriza. A partir de ese momento, Ledesma fue "convocada" por varias fuerzas de seguridad para colaborar en temas de narcotráfico, lo cual la transformó en virtual "informante".

Aunque el crimen de su marido jamás fue esclarecido, en los últimos tiempos Ledesma había asegurado públicamente que el responsable de su asesinato era el anteriormente mencionado Ernesto Aparicio, el mismo que aparece ahora como sospechoso por su propio crimen.

No es menor el dato de que, horas antes de aparecer acuchillada, Ledesma haya discutido fuertemente con María Gabriela Aparicio, hermana del legislador señalado. Así, al menos, lo han sostenido los testigos del hecho, lo cual produjo que esta última fuera detenida de inmediato.

Gabriela Aparicio admitió haber estado en el lugar del hecho, pero negó estar involucrada en el crimen de Ledesma. En ese sentido, declaró a la policía que un sujeto desconocido salió de entre las sombras y acuchilló a la mujer.

Para uno de los hermanos de Liliana, Jesús Ernesto Ledesma, "a Liliana la asesinaron porque protestaba contra la familia Aparicio por el corte de los caminos a nuestra finca, en la zona de Ipaguazú, 25 kilómetros al Este de Salvador Mazza, en un gesto arbitrario e incomprensible pero enmarcado en una actitud de guerra que se viene extendiendo desde hace 30 años y que toda la gente de esta zona conoce perfectamente".

Todos los caminos conducen a Aparicio.

Aparicio ¿hombre de Romero?

Ernesto Aparicio es un político justicialista, que llegó a su punto máximo cuando fue electo diputado provincial. Siempre fue una figura controversial y su actividad la desarrolló en Salvador Mazza ciudad fronteriza con Bolivia, puerta de entrada de la droga que llega del vecino país.

Según cuenta el periódico Copenoa, "un día Aparicio se autopostuló para presidir la Cámara de Diputados con intenciones de desplazar al ya eterno y fiel Santiago Godoy (...) Desde ese momento, quien era un diputado sin mayor trascendencia, comprendió que los pasados pueden estar quietos pero eso no implica que oportunamente pueden despertarse.

Lo que siguió fue un vendaval que tuvo su origen en Salvador Mazza y repercutió en la capital salteña: testimonios, relatos e historias que vinculaban al diputado Aparicio con el peor de los delitos e inclusive con asesinatos". Aparicio tuvo que admitir que estuvo preso por contrabando aunque pretendió minimizarlo reduciéndolo a chucherias, como algunas "pilas" según sus propias palabras. Jamás se atrevió a hablar de drogas.

A esta altura, muchos han comenzado a preguntarse ¿Existe alguna relación entre Aparicio y el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero?
Aunque Romero intenta despegarse del legislador justicialista, el propio Aparicio afirma ser "asesor del Gobernador" en su página web (2), ha sido militante en su facción partidaria y ha trabajado con su padre, el ex gobernador Roberto Romero.

A su vez, Copenoa cuenta una curiosa anécdota que afianza esa relación: "Hace un tiempo, Aparicio calificó de leonino el contrato de concesión que la provincia firmó con aguas de Salta aunque atribuyó los males de los usuarios a la letra chica del contrato y sostuvo que no se podía rescindir el mismo por que ello implicaría un juicio de la empresa con la provincia.

A muchos no les pasó desapercibido que Aparicio obviara que dicho contrato -al que el calificó de leonino-, tiene la firma del mismísimo gobernador Juan Carlos Romero y que nadie firma un contrato leonino salvo que orille la estupidez o este imbuido de intereses muy particulares y demás esta decir que nadie osaría calificar ni pensar en la máxima autoridad provincial como integrante del círculo de la estupidez".

Aparicio es un hombre de mucha fortuna en Salta y muy temido por sus opositores. Existen elocuentes sospechas sobre él por su supuesta relación con el tema "droga", la cual se refuerza a través de su relación con un personaje llamado Reinaldo Delfín Castedo, quien estuvo vinculado a varios hechos de tráfico de drogas, uno de ellos públicamente conocido: la célecre Operación Carbón Blanco II en junio de 2005 (3).

En la tristemente célebre operación de narcotráfico, una de las más grandes que hubo en nuestro país, cayó detenida la hermana de Castedo y apareció en escena otro de los personajes que debe investigarse para entender hasta dónde llega la trama que mueve los estupefacientes en Argentina: Diego Corzo, oportuno sicario de Guillermo Cóppola y "socio" de Castedo.

Corzo fue otro de los detenidos en el marco de la Operación Carbón Blanco II (4).

Corzo que no es carnaval

Diego Emiliano Corzo es un personaje por demás conocido en el mundillo policial y ha sido investigado por quien escribe estas líneas en el marco del asesinato del empresario bailable Leopoldo Poli Armentano.

Corzo, alias Cheto, estuvo detenido varias veces y registra antecedentes en más de una decena de causas durante los últimos 15 años, cuando estuvo acusado de hurtos de automotor, contrabando, narcotráfico, asociación ilícita y falsificación de documentos. Así lo define Jorge Enrique Guzmán, comisario inspector de la policía de Buenos Aires: “El ’cheto’ es una persona que resulta totalmente engañosa, ya que tiene una apariencia correcta, rasgos delicados, buena presencia y un trato socialmente apreciable. Ello no obstante es persona de armas llevar y lo considero en extremo peligroso ya que carece de escrúpulo. Se ha enfrentado reiteradamente a mano armada con aguerridas comisiones policiales. Luego de quedar herido en una pierna corrió no obstante varios kilómetros a campo traviesa empeñado en defender su libertad a cualquier costa”.

Guzmán había conocido a Corzo cuando fue trasladado como jefe de la división Narcotráfico a Lomas de Zamora y lo detuvo manejando una camioneta propiedad de Guillermo Cóppola.

Un dossier confeccionado en su momento por la policía bonaerense aporta su cuota de elocuencia: “Diego Emiliano Corzo, más conocido como el ‘Cheto’ ha sido considerado por la policía como un delincuente muy peligroso y con espíritu de liderazgo suficiente como para comandar una banda de narcotraficantes desbaratada en 1991 que se dedicaba al robo de automotores que luego eran canjeados por droga en Bolivia y Paraguay.

Cuando el grupo liderado por Corzo fue desarticulado por la policía, se estableció que una de las motos en poder de la banda pertenecía a Guillermo Cóppola.

En ese mismo operativo fueron detenidas otras diez personas y se secuestraron más de 10 kilogramos de cocaína, 26 autos, otras cinco motos de alta cilindrada, 9 ciclomotores y una veintena de armas de grueso calibre.
Luego de un tiempo pasó a formar parte de un grupo de ‘colaboradores’ de Guillermo Cóppola, quien lo habría dedicado a ‘tareas especiales’. Una de ellas habría sido, justamente, la desaparición de Armentano”.

Estando Corzo en España y Castedo en Italia... ¿Cuál fue la pata en Argentina para armar el negocio del envío de droga desde Salta a Europa? ¿Es verdad, como dicen algunas fuentes políticas salteñas, que nada sucede sin que el gobernador Romero esté al tanto?

Romero, el hombre

"La Argentina es Estados Unidos o la Argentina es Colombia. Si es Colombia, yo me voy". Esas explosivas declaraciones fueron efectuadas por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo el día miércoles 23 de noviembre de 1.994 refiriendose a la ley de correos que había obtenido media sanción en la Cámara de Senadores a mediados del mismo mes y que facilitaba el transporte de elementos "prohibidos", como las drogas.

El proyecto, a medida de los narcotraficantes, había sido impulsado insistentemente por los senadores Eduardo Vaca y Juan Carlos Romero, lo cual generaba grandes sospechas a los organismos de lucha contra las drogas. A partir de ese momento, Romero comenzó a ser investigado por la DEA, quien presumía que el gobernador de Salta tenía estrecho vínculo con la comercialización de estupefacientes (5).

Su nombre aparecía en muchos de los escándalos de drogas vernáculos y eso irritaba los nervios de los agentes norteamericanos. Por caso, en el marco del Yomagate del año ’91, Romero fue sindicado de ser una de las personas que entregaba paquetes con supuesto contenido de drogas al secretario personal de Eduardo Duhalde, Alberto Bujía que luego se comercializaban en la provincia de Buenos Aires.

Bujía afirmaba que esos paquetes eran “cajas de cigarrillos importados y perfumes franceses” para importantes caciques del peronismo, aunque en privado admitía que eran estupefacientes. Su extraña muerte en marzo de 1991 jamás permitirá saber la verdad.

Otra vez la pregunta ¿Existe relación entre Aparicio y el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero? Según Paula Poma, periodista de Salta que habló con este periodista, hay no pocas fuentes que afirman que esto es un hecho.

Concluyendo

La muerte de Liliana Ledesma es el puntapié inicial de lo que se verá en los próximos meses: guerra entre bandas y más muertes ocasionadas por sicarios. Así al menos lo aseguran agentes de gendarmería y otras fuerzas que trabajan en la zona de Salvador Mazza y que hoy en día se encuentran furiosos por lo sucedido.

Ellos saben qué hay detrás de todo esto y no descansarán hasta hacer caer a ciertos personajes involucrados en el submundo de los estupefacientes. Esperan tener el respaldo necesario para avanzar.

¿Lo tendrán? Es difícil saberlo. Nadie entiende, por caso, por qué Castedo se mueve con tanta impunidad. O quién sostiene a su socio, el abogado Carlos Salvatore, un hombre que posee un patrimonio interesante (6). "Es abogado de narcotraficantes y la clave para entender todas las conexiones", aseguró esta semana un investigador a quien escribe estas líneas.

Mientras tanto, docenas de chicos mueren todos los meses a causa de los efectos de las drogas. A nadie le importa. Algún día serán sólo parte de alguna estadística, nada más.

En qué terminará todo esto es difícil saberlo. Hoy en día vienen a la cabeza de este periodista las palabras que el subcomisario Luis Weckesser le dijera hace muchísimos años: "el narcotráfico es la tercera guerra mundial". Vaya si era verdad...

Christian Sanz
(1) Esto fue confirmado por fuentes de gendarmería de Salta a quien escribe estas líneas.
(2) Ver http://www.camdipsalta.gov.ar/losdip_archivos/aparicioernesto.htm
(3) No casualmente, Jesús Ernesto Ledesma, hermano de la fallecida Liliana, aseguró que hay que "demostrar ante la justicia la responsabilidad de Aparicio y de Reinaldo Delfín Castedo en el crimen". Castedo vive actualmente en Italia.
(4) A las pocas horas de que ocurriera la detención de Corzo, una fuente calificada de España se comunicó con este periodista y le comentó que "Diego Corzo en Ibiza se publicitaba como hijo de importante familia argentina, hijo de terratenientes con descomunal patrimonio".
(5) La DEA también sospechaba de su padre, Roberto Romero, quien había sido sindicado en distintas publicaciones como narcotraficante y lazo entre la Argentina y la mafia ítalo-yanqui. Romero padre murió en un raro accidente ocurrido en Brasil.
(6) Salvatore es flamante dueño del tradicional restaurante Katrine, en Puerto Madero, posee ocho edificios y adquirió varios campos a productores endeudados.
Fuentes:
- El Tribuno de Salta
- Colectivo periodistico NOA (Copenoa)
- "La larga sombra de Yabrán", 1998 - Editorial Sudamericana.

Fuente: Tribuna de Periodistas- http://periodicotribuna.com.ar/2494-drogas-y-muerte-en-salta.html#sthash.nRBTWxTm.dpuf

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