Industria: del estancamiento a la destrucción del empleo

El Observatorio del Derecho Social estimó que el sector se estancó a fines de 2011, y en 2015 cayeron los puestos de trabajo. En 2017 la cantidad de trabajadores es el más bajo desde agosto de 2010.

La evolución del empleo en la industria manufacturera es analizado por un informe del Observatorio del Derecho Social, que demuestra que la creación de puestos de trabajo en el sector se estancó a fines de 2011, y desde septiembre de 2015 hubo destrucción. El documento advierte que la cantidad de trabajadores industriales en mayo de este año fue la más baja desde agosto de 2010.

En la actualidad, los trabajadores registrados de la industria constituyen aproximadamente el 19 % del total de asalariados registrados en el sector privado. Este porcentaje viene en descenso desde mediados de la década del 90. Hubo un derrumbe en la segunda mitad de los 90, luego entre los años 2001 y 2004 hubo una mejora leve y desde ese año no paró de disminuir. El informe destaca que “los empleos directos creados por la industria manufacturera tienen un peso cada vez menor en el conjunto de la estructura ocupacional de nuestro país”.

Durante la década pasada, el kirchnerismo repitió que recuperaron la industria. Sin embargo, como se analiza en el libro "La Economía Argentina en su laberinto” el peso de la misma en la economía no superó lo alcanzado en la destrucción de los 90. En dicha década, en promedio, la participación de la industria representó un 19 % del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que durante el kirchnerismo rondó entre el 17 % y 19 %.

En tanto, la estructura industrial se volvió más dependiente de las importaciones para operar. Tanto la industria electrónica de consumo, así como el sector automotriz son ensambladores de componentes que vienen del exterior.

Por su parte, el macrismo presentó el Plan Productivo Nacional (PPN), que plantea reconvertir aquellas ramas de la producción menos competitivas. Su modelo para “reinsertarse en el mundo de manera competitiva” es aumentar la productividad, en su lenguaje, mayor explotación.

Deterioro desigual por provincias

La pérdida de puestos de trabajo del sector afectó de manera desigual en las provincias. Según datos del Ministerio de Trabajo entre el cuarto trimestre de 2016 y el mismo período de 2015 la baja del empleo industrial fue del 3,4 %, que representan 43.635 trabajadores menos.

Las provincias más afectadas fueron Tierra del Fuego, Rio Negro, Neuquén, Santiago del Estero, Catamarca, Caba, Salta, San Luis, y Mendoza. La caída más elevada fue en la provincia de Tierra del Fuego un 24,9 %, “donde en tan solo un año se perdió uno de cada cuatro puestos de trabajo en la industria”.

Las provincias que mostraron una suba del empleo registrado en la industria sólo fueron Formosa, Chaco y La Pampa. El aumento neto no fue mayor a los 100 trabajadores.

El informe sostiene que en términos absolutos casi el 50 % del total de la baja del empleo del sector se debe al derrumbe en la Ciudad de Buenos Aires, donde se perdieron 10.540 puestos, y los partidos del conurbano con bajas de 9.388.

Si se compara el cuarto trimestre de 2016 con respecto al mismo período de 2011 para el Área Metropolitana de Buenos Aires “el deterioro en términos absolutos de esta región fue de casi el 5 %, lo que equivale a una caída de 28.162 trabajadores industriales”.

Ramas de la industria

Según el relevamiento realizado por el Observatorio, en 2016 la baja del empleo afectó a casi todas las ramas industriales.

Las mayores caídas, en términos porcentuales, se observaron en la rama “Radio y televisión” (-20,1 %), equipo de transporte excluidos automotores (- 8,2 %), metales comunes (- 7,5 %), edición (- 6,5 %), maquinaria y equipo (- 6,2 %), cuero y calzado (- 6,2 %), minerales no metálicos (- 5,9 %), tabaco (- 5,1 %) y confecciones (- 5,1 %). Las ramas con menores bajas se registraron en papel (- 0,3 %) y alimentación (- 0,5 %).

El informe indica que si se agrupan las ramas en complejos sectoriales, la industria metalmecánica fue la más golpeada por la baja de los puestos de trabajo. “En este caso, en un año se perdieron 21.615 puestos de trabajo, lo que representó una caída de más del 6 %. Más aún, si la comparación se realiza con el último trimestre de 2013 (punto más alto de la serie) la caída alcanza al 8,7 %”, añade el documento.

Según el informe, “desde julio de 2016 el motor del crecimiento del empleo ha sido la construcción, mientras que la industria continúa operando como contrapeso de signo negativo”. La obra pública, que promovió el Gobierno, ante la ausencia de otras mejoras en la economía fue el impulsor de la suba del empleo en este sector.

Más empleo precario

Según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) desestacionalizado entre diciembre de 2015 y mayo de 2017 hubo 171.207 trabajadores registrados más en todo el país. Sin embargo, este dato oculta qué tipo de empleo se creó.

Los puestos que se crearon en ese período fueron: empleados públicos (54.582), monotributo (77.414), y monotributo social (37.284). Se estima que el aumento del monotributo y monotributo social se debe a la posibilidad de percibir Asignaciones Familiares y una suba del cuentapropismo. En tanto, los asalariados privados siguen en negativo sin recuperar los puestos a diciembre de 2015.

El Gobierno celebra el incremento del empleo y su recuperación, pero la suba corresponde a más trabajo precario. Este es el modelo por el que presionan los empresarios. El deseo de una reforma laboral como en Brasil es el norte.

Para Cambiemos no será sencillo avanzar en este camino, el ejemplo de Pepsico fue una pequeña muestra de la resistencia obrera. Continuará abierta la pulseada por reducir los costos laborales y aplicar mayor precarización laboral. (LID)