NIÑOS INVISIBLES DE LA PUNA

Hay cientos de niños y niñas en la Puna de Jujuy y valles de Salta (Prelatura de Humahuaca) que no tienen identidad. Son aproximadamente unas 600 personas que no tienen DNI, de las cuales el 50% son niños, sus nombres no figuran en ningún registro y no pueden probar su identidad como ciudadanos argentinos. No pueden ejercer sus derechos ni disfrutar de protección porque a ojos del gobierno ’no existen’. Son niños invisibles.

La Convención de los Derechos del Niño establece que todo niño o niña, al nacer, tiene derecho a una identidad y a una nacionalidad. Esto significa que debe ser reconocido por la sociedad en la que nace y ser registrado como ciudadano de ese país. Sin nacionalidad, el niño permanece al margen de la ley, donde corre el peligro de que no le sean reconocidos los derechos y libertades que le pertenecen. Según UNICEF, tan sólo en el año 2000, alrededor de 50 millones de niños y niñas en todo el mundo no fueron registrados al nacer. En muchos países, sólo aquellos que figuran en las listas oficiales tienen derecho a asistir a la escuela. Una madre de la comunidad de Vizcachani (Dto. Sta Victoria Oeste-Salta), decía: "Mis hijos no pudieron asistir a la escuela porque el maestro no los aceptó porque no tenían documento". Estos niños pasaron su infancia sin poder asistir a la escuela porque un maestro no ha entendido que el derecho de estos niños está por encima de no tener documento. Al carecer de formación, estos niños no podrán entender sus derechos ni sabrán cómo defenderlos. El no haber sido registrados significa también no poder recibir atención sanitaria. Sin un documento de identidad, cuando sean mayores, no tendrán acceso alguno a trabajos formales y quedarán excluidos del sistema de Seguridad Social. Además de las dificultades para acceder a la educación y a la sanidad, los niños que no están registrados son aún más vulnerables. Por ejemplo, cuando un niño sin nombre es raptado para ser vendido en el tráfico de órganos o para ser explotado, no puede denunciarse su desaparición, porque en ningún sitio consta que hubiera estado allí con anterioridad. Los niños invisibles son también más vulnerables al encarcelamiento, los malos tratos y la explotación infantil. En Latinoamérica, uno de cada diez niños no es registrado al nacer. El Instituto Interamericano del Niño denuncia que, aunque en la mayoría de los países la inscripción es gratuita, en muchos casos la obtención del certificado no lo es y puede llegar a costar 15 dólares. Estas tasas se agravan si el lugar de nacimiento está muy alejado de los centros urbanos, así sucede en nuestra Puna de Jujuy o si las inscripciones son tardías. En general, a partir de los 15 días del nacimiento, los costos de registro triplican su precio. En nuestro país, hemos gozamos de una Ley de Amnistía para todos los niños menores de diez años pero en nuestra zona sigue habiendo dificultades para acceder a este derecho que seguramente pasara a la historia de la Argentina sin pena ni gloria. Las razones que motivan esta situación son varias; una de ellas son los partos domiciliarios, otra el cobro pecuniario a mujeres bolivianas cuando dan a luz en el hospital de La Quiaca, y la otra es la actitud de sospecha por vivir en esta zona de frontera (vivir en la frontera se hace ambiguo), todo es sospechado y esta actitud de desconfianza por ciertos funcionarios de los registros y del Hospital frenan las iniciativas de familias creándose una situación de desamparo. También hay dificultades al inscribir el nombre del padre si éste se encuentra ausente o es extranjero. Esto provoca que, salvo en los lugares donde está arraigada la costumbre del registro de nacimientos, no se lo considere un elemento necesario, especialmente en aquellos países que tienen una tasa de escolaridad baja. La Pastoral Migratoria de la Prelatura de Humahuaca dependiente de la Fundación Católica de Migraciones de la Conferencia Episcopal Argentina, ha presentado informes sobre los niños indocumentados al Defensor del Pueblo de Jujuy y el funcionario ha presentado estas preocupaciones al Gobierno de Jujuy, Registro Civil y organismos nacionales pero hasta la fecha no se han tomado las iniciativas que corresponde y aún queda mucho por hacer. Una iniciativa interesante sería el famoso operativo "Mi Pueblo". Dicen que va a venir a la Puna, solo falta saber cuándo.

A nivel local, la participación de la sociedad civil es muy importante. La geografía de algunos países, las dificultades de acceso y el porcentaje de población rural hacen necesaria la implicación de la propia sociedad civil. Además, la baja demanda en partidas de nacimiento representa serias dificultades para las naciones en materia de planificación y en la elaboración de estadísticas sobre población, crecimiento y desarrollo social. Se debe facilitar el proceso de registro de nacimientos y la toma de conciencia de que la identidad es el primer paso para la garantía de los derechos de los niños. Y como argumenta el Defensor del Pueblo don Víctor Galarza, "el acto sencillo de anotar a un niño en el Registro Civil se convierte en un trámite complicadísimo". El derecho a la identidad es la llave que abre las puertas de un futuro mejor para los "Niños invisibles de la Puna".

Hno Manuel Pliego
manolopliego@hotmail.com
Delegado Pastoral Migratoria
Prelatura de Humahuaca.
*Algunos datos de esta investigación son de la Periodista Laura Blanco.