Sesión especial Diputados. Movilidad: las trampas del Gobierno de Milei para fijar jubilaciones a nivel de miseria

Luego de haber hecho un ajuste histórico de más de un 25% en las jubilaciones en sólo 3 meses, Milei busca aprovechar que la fórmula actual para aumentar los haberes "no funciona" para atar las jubilaciones a la inflación y mantenerlas así en niveles de miseria. En qué consisten el proyecto del espacio de Pichetto y del PRO que son funcionales a ello.

Javier Milei sostuvo recientemente en declaraciones televisivas que los jubilados “son el segmento etario que menos pobres tiene en la Argentina” y con ello justificó que sean el sector de la población que más esté pagando el ajuste fiscal.

Efectivamente, casi la mitad de la reducción del déficit fiscal lo viene explicando la "licuadora" de las jubilaciones con el salto inflacionario, según demostró el IARAF. Al final, los jubilados eran la casta.

En efecto, en enero por primera vez en la historia el Estado destinó más dinero a pagar intereses de deuda que a la partida de jubilaciones. El gobierno de Milei, Caputo y los libertarios festejaron este "logro". El gasto en jubilaciones y pensiones cayó 33 % interanual en términos reales, lo mismo volvió a repetirse en el mes de febrero, de acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Pero no sólo los intereses pagados de deuda pública superaron la partida de los jubilados. También los intereses que paga el Banco Central a los bancos por los pases remunerados (instrumentos de deuda a un día de plazo) y las Leliq fueron superiores. Sólo en enero los bancos ganaron unos $ 1,8 billones gracias a prestarle al Banco Central sin prácticamente ningún costo ni riesgo, mientras que el gasto en jubilaciones fue de $ 1,6 billones. La ganancia de un puñado de bancos superó el total recibido en enero por 7 millones de jubilados

La contracara de ello es la enorme pérdida de poder de compra de las jubilaciones. El haber mínimo de marzo considerando el bono de 70 mil pesos será un 23% más bajo en términos reales que en octubre del año pasado. Sin considerar los bonos, es decir, para todos los jubilados y pensionados que no perciben bono, la pérdida es de 28%.

Tras esta "licuadora" de las jubilaciones (y también de los salarios) mediante el salto inflacionario (que el mismo Milei dice que es un "robo"), lo que busca el gobierno es pisar las jubilaciones al nivel de miseria y garantizarse de que nunca más vuelvan a ganarle a la inflación. El mecanismo es sencillo: atar las jubilaciones a la inflación. En apariencia algo "bueno" (como ser, que no sigan perdiendo poder adquisitivo, es decir, un "piso") es en realidad una de las peores estafas a los jubilados, ya que el índice actuaría como un "techo".

Esto es lo que Milei buscó con la ley ómnibus, entre otras cosas, cuando buscó cambiar la actual fórmula previsional por un índice inflacionario (IPC), de modo que si la inflación se desacelera y la fórmula actual empieza a dar por arriba de los precios, los jubilados no puedan recuperar. Pero la ley ómnibus se derrotó en las calles, y ahora el gobierno volverá a la carga.

¿Para qué es la sesión especial en Diputados entonces?

Este miércoles se realizará en Diputados una sesión especial para tratar el proyecto de Hacemos Coalición Federal (HCF) para modificar la fórmula de movilidad previsional. La única diferencia entre el proyecto del espacio de Pichetto (aunque no firmado por él) y lo que Milei buscaba en la ley ómnibus, es que además de atar las jubilaciones a la inflación le agregan un aumento de 20,6 % vinculado a la inflación de enero.

Esto, que es una mejora relativa respecto a la idea inicial, en realidad busca seguir el juego del gobierno y finalmente alcanzar el objetivo de cristalizar el ajuste sobre los jubilados. Por algo Caputo respondió diciendo que estaría dispuesto a reconocer hasta un 10 % por la inflación de enero (la mitad de lo que propone reconocer por ese mes HCF). Y entonces se entra en un juego de negociación que en lo sustancial no modifica el objetivo de ponerle un techo al aumento real de los haberes.

Poniendo valores concretos:

El haber mínimo actual (sin bono) es de $134.455.
El haber mínimo con bono es de $ 204.455.

Con el proyecto de HCF, el haber mínimo ascendería en abril a $ 179.753 (suma 20,6% de enero más 13,1% de inflación de febrero. Quedando por debajo del haber actual con bono.

También el PRO, de la mano de Vidal, presentó un proyecto que se mete en el mismo juego de atar jubilaciones a la inflación. La diferencia es que hacen el aumento retroactivo a enero. Esto significaría, en el mejor de los casos, un haber cercano al haber mínimo actual con bono. Es decir, no representa ninguna mejoría respecto a la situación actual.

Si se quisiese devolver el poder adquisitivo de los haberes al nivel de octubre de 2023 (cuando con el bono alcanzaba $124.460), el haber mínimo debería ser hoy de $ 273.664 (120% de inflación acumulada), lo cual deja a cualquiera de estos proyectos muy por detrás de una verdadera recuperación.

Y si se quisiese devolver el poder adquisitivo de los haberes al nivel de diciembre de 2015 (haber mínimo de $4.299), el haber mínimo hoy debiera ser de $384.000 (inflación estimada acumulada de 7.400 % en el período). Desde ya, un proyecto por el estilo no cuadra con el objetivo ajuste fiscal, con el que Milei dijo este lunes en televisión que "cualquier movilidad tiene que respetar déficit cero", en el programa de Agustín Laje. Lo que buscan no es recomponer el poder adquisitivo, sino por el contrario, garantizar el ajuste perdurable en el tiempo.

Primero los jubilados

Desde el Frente de Izquierda se sostiene que se trata de invertir las prioridades, y en lugar de poner "el déficit cero" por delante, se trata primero de garantizar un nivel de vida acorde a las necesidades de los jubilados y financiar el sistema previsional sacando plata desde donde hay: los grandes grupos económicos, los bancos, las agroexportadoras, los acreedores de deuda.

En este sentido, tampoco es suficiente con recomponer el poder adquisitivo a diciembre de 2015, puesto que en ese momento el haber mínimo no cubría ni la mitad de las necesidades de vida de un jubilado.

Por ello el proyecto presentado busca garantizar el 82 % móvil del mejor salario en actividad y establecer un haber mínimo equivalente a la Canasta de los Jubilados, estimada por la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, con una actualización mensual.

En diciembre de 2015 el haber mínimo era de $ 4.299. De acuerdo a la Defensoría de la Tercera Edad, en aquel momento apenas alcanzaba a cubrir el 47 % del costo de la Canasta del Jubilado, es decir, de lo que necesitaban para cubrir las necesidades de vida por mes.

Desde ese momento hasta hoy, unos ocho años y medio después, la brecha entre las jubilaciones y el costo de vida de las y los jubilados empeoró enormemente. La jubilación mínima sin bono es de $ 134.445 en marzo, un aumento acumulado de 3.027%. Con el bono llega a $ 204.445, un aumento acumulado de 4.656 %. Suena a mucho, pero comparado con la inflación en el mismo período, es nada.

Entre diciembre de 2015 y marzo de 2024 los precios acumularon una suba de cerca de 7.385 % (suponiendo en marzo inflación del 10%). Es decir, subieron al doble de velocidad que las jubilaciones: Precios fueron por el ascensor, jubilaciones por la escalera.

Por ello, en la actualidad el haber mínimo apenas llega a cubrir un cuarto (23%) de la Canasta del Jubilado estimada en unos $580.000, y si se tiene en cuenta el bono (que al ser discrecional el gobierno lo puede quitar o seguir "licuando"), los jubilados en la mínima cubren apenas el 35% de la Canasta. (LID)