Transparencia cero: la ministra Carolina Stanley contrató a la empresa que dirigía su padre

La ministra de Desarrollo Social se suma a la larga lista de funcionarios con conflictos de intereses. Guillermo Stanley, su propio padre, asumió el directorio de una de las empresas preadjudicadas para el resguardo de archivos de la Nación, apenas un día después de que fuera elegida.

Son días en los que el discurso oficial de “combate a la corrupción” vuelve a mostrar, como tantas otras veces, que está flojo de papeles. Precisamente los papeles son los que vuelven a salpicar a una integrante del Gobierno en un nuevo caso de conflicto de intereses, que se suma al escándalo de los aportantes truchos conocido en los últimos días.

La administración de Cambiemos viene avanzando en un proceso de tercerización del almacenaje de los archivos estatales y pasarlo a la órbita privada. En ese proceso, una de las empresas que se preadjudicó la licitación para el “Servicio de Archivo Externo, Traslado de Documentación y Adquisición de Cajas para Archivo” del ministerio de Desarrollo Social fue AdeA Administradora de Archivos S.A. Pero lo que resulta llamativo es que al día siguiente de la decisión tomada por la comisión evaluadora el 8 de agosto de 2017, el padre de la ministra, Guillermo Eduardo Stanley, fue nombrado su director titular.

El contrato entre AdeA y Desarrollo Social establece la suma de $3.241.843,80 y se regirá bajo la modalidad de “Orden de Compra Abierta”, lo que implica que no se pagará todo junto sino que el pago es por etapas a medida que se encargan los servicios, según informó el periodista Sebastián Iñurrieta en el sitio El Cronista. No obstante, significa que desde el momento de la preadjudicación hasta el 25 de abril de este año que Guillermo Stanley presentó la renuncia a su cargo, los pagos de la cartera que conduce la ministra iban para la empresa que conducía su padre.

De manera insólita, desde el ministerio de Stanley argumentaron que desconocían la vinculación del padre de la ministra con la firma AdeA. Sin embargo, el edicto de la asamblea del 9 de agosto en la que renunció la anterior cúpula de la compañía y asumió el padre de Stanley fue publicado en el Boletín Oficial. Además, argumentaron que AdeA ya había obtenido un contrato en 2014 durante la gestión del Alicia Kirchner.

De parte de la empresa la actitud también fue desconocer la vinculación ya que la misma no fue registrada en la declaración jurada de conflictos de interés, un documento que debe firmar todo oferente de licitaciones del Estado.

El gobierno de los funcionarios offshore, los familiares blanqueadores y los aportantes truchos suma un nuevo capítulo en su larga saga de transparencia cero. (LID)