Para algunos, lo que sucedió en el Norte, lo celebran como un gran triunfo, aunque no se explica si en ese estado de ánimo, se valora, que en dicha zona, y luego de muchos años/décadas, todavía hay desnutrición, pobreza, baja escolarización, enfermedades emergentes y re-emergentes, hospitales sin los recursos humanos necesarios elementales, inseguridad, violencia de género, adicciones, trata, falta de trabajo genuino, de cultura del trabajo, ausencia de infraestructura básica: casas, agua segura, (...)