“Quiero pan” . Un niño wichí de 11 años baleado por un policía en el pueblo formoseño Ingeniero Juárez está luchando por su vida y tiene hambre en un hospital público. El contexto de este ataque policial es aterrador: testigos de la localidad denuncian asesinatos en serie de no menos que 17 chicos indígenas, en parte asesinados por la policía. A esto se suman asesinatos de personas mayores, violaciones sistemáticas de niñas, muertes dudosas en hospitales y tráfico de órganos; una violencia morbosa que se (...)