Hacía tanto calor ese día en Posadas que una nena guaraní estaba tomando agua de un charco. Las notas que circulan desde el 18 de diciembre cuentan que la nena es mbyá, que su gente sobrevive en doscientas aldeas misioneras de la venta de artesanías y de la caridad de la gente, que cuando vienen a la ciudad a venderlas a veces no se quieren ir de las plazas, que la imagen fue compartida más de mil doscientas veces en las redes sociales y que el fotógrafo tuvo que aclarar que no sólo la fotografió (...)