Comenzaron los testimonios en la causa por malos tratos a soldados durante la Guerra de Malvinas.

La jueza de Río Grande, Lilian Herraez, se trasladó a Corrientes para escuchar las declaraciones.

Ayer, Orlando Pascua, un ex combatiente, contó que a su compañero Carlos Ferreira lo estaquearon por comer galletitas y mermeladas que eran de los oficiales.

La causa se inició en abril con una denuncia en Río Grande por 22 delitos graves en las Islas durante la guerra.

Entre ellos, se cuentan un homicidio, cuatro muertes por inanición, cinco estaqueamientos y varios vejámenes.

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• la mentalidad erversa de las ferzas armadas y de seguridad esta intacta 3 de agosto de 2008 13:33, por PEDRO MEDINA

  Los sucesos lamentables de las FF.AA en la recuperaciòn de las islas Malvinas, mediante el trato cruel e inhumano a su propia tropa merece el repudio de toda la sociedad.Pero no es casual que el personal de las FFAA desarrolle tales practicas aberrantes que son contrarias a la vez a las normas del derecho humanitario internacional, como a los derechos humanos.Digo que no es casual, porque los programas de preparaciòn de las fuerzas armadas como al igual que el de los grupos de operacioens especiales de las FFSS, se basan en la tortura, aun hoy en plena democracia.Dichos cursos se imparten a las fuerzas policiales con un alto contenido de militarizacion, en los cuales se los somete a todo tipos de vejàmenes, con la excusa de ser "preparados" para el caso de caer como prisionero.Las practicas constituyen en como tratar a los "prisioneros", que no son otra cosa que las manifestaciones de torturas, hacia las personas y que en nada rsponden a los convenios internacionales que regulan el derecho de las guerras. Pero tambien lo verdaderamente grave, es que dichas practicas, reitero, se efectuan con personal tanto de las policias provinciales, como el de los servicios penitenciarios provinciales, a travès de cursos que se les dictan a los grupos de operaciones especiales.No es casualidad que èsta "escuela del proceso" siga gestando la formaciòn de una mentalidad decadente en plena democracia, al igual que no es casual que se vaya formando la mentalidad de una persona sin ningun tipo de respeto a los derechos humanos.Las autoridades y la sociedad toda debe velar por que estas coductas, alentadoras de las torutas, no se desarrollen con total "normalidad dento de las instituciones", que de una vez por todas, deben ser transformadas en instituciones de la democracia y para la democracia. Lo que hoy lamentamos como una practica aberrante en el campo de combate a aquellos soldados que fueron a defender a nuestra patria, hecho que ciertamente repudiamos, por otro lado, parece ser que escapa al control de la sociedad y del estado, en cuanto a los programss de preparacion de las FFAA y de los gRUpos especiales de las FFSS.Con dichas "capacitaciones" traidas de las escuelas del proceso, jamas podremos constituirnos en un pais verdaderamente democratico.-