En Salta distintos sectores volvieron a marchar contra el ajuste de Milei

A solo un día de una nueva conmemoración del #NiUnaMenos, Salta volvió a ser escenario de una protesta que condensó la bronca de diversos sectores sociales.

Ayer miércoles, mientras el Congreso Nacional debatía la Ley de Emergencia en Discapacidad, la Plaza 9 de Julio se transformó en un punto de encuentro para quienes no tienen voz en los medios hegemónicos ni lugar en los planes del ajuste fiscal del presidente Javier Milei.

Jubilados, transportistas, profesionales de la salud, docentes universitarios y familias de personas con discapacidad se reunieron en un reclamo transversal, pero profundamente coherente: el reclamo por dignidad, derechos y políticas públicas que no los dejen a la intemperie.

La emergencia que no espera

El testimonio de Ibar Anachuri, transportista del sector de discapacidad, fue tan claro como alarmante: “Estamos acostumbrados a demoras de 60 días, pero ahora ya pasaron 3, 4 y hasta 5 meses sin cobrar. Es una locura, pero es la realidad que vivimos”. Con la misma claridad expuso que los recortes del Gobierno Nacional ya no son una amenaza, sino una sentencia de exclusión.

La medida de fuerza realizada este mismo miércoles paralizó traslados y terapias para personas con discapacidad en toda la provincia. Las consecuencias son irreparables. “Quedaron en sus casas sin la atención que necesitan, y eso es lo más doloroso”, lamentó Anachuri, mientras exigía a los diputados salteños que dejen de mirar para otro lado: “Pedimos que nuestros diputados se alineen con quienes necesitan ayuda, no con quienes hoy tienen el poder”.

La expresión fue nacional, pero en Salta se sintió con fuerza. Centros terapéuticos sin fondos, profesionales con meses de atraso en sus pagos, madres que ya no saben si podrán garantizar la atención a sus hijos e hijas.

Luis González, referente de TGD TEA Salta, fue tajante: “No son alentadoras las cosas que se vienen para el sector discapacidad”, más aún cuando el propio presidente ya adelantó que vetará cualquier ley que comprometa su política de “no hay plata”.

Un gobierno que desoye, desprecia y se envalentona”

El desprecio de Milei y su gabinete hacia las necesidades sociales no es solo económico, sino discursivo. Lo demostró con su violencia en redes contra el joven Ian Mouche, referente de niños y niñas con TEA. Para González, el ataque fue “desafortunado y desubicado”, pero representa una matriz ideológica que naturaliza la crueldad. También desde el ámbito gremial se levantaron voces firmes. Julio Molina, de la CTA Autónoma, expuso con vehemencia una denuncia que va mucho más allá del reclamo salarial: “Este tipo subvierte el orden de todas las cosas. Atropella, golpea jubilados, quita remedios, cercena derechos”. En su discurso, Molina describió una Patria en proceso de entrega, con puertos privatizados, cielos vaciados y miles de familias en la calle. No faltó la crítica local. “El gobierno provincial le ha chupado la media para ver si le bajaba dinero para obra. Ahora no hay obra, no hay plata. Le dijo: ‘No hay plata’”, dijo, alertando sobre la complicidad silenciosa de las autoridades provinciales.

Universidad en crisis: salarios por el piso y aulas vacías

Desde ADIUNSa, Diego Maita sostuvo que “si queremos recuperar lo perdido, nos tienen que pagar seis sueldos”. El cálculo no es exagerado: en un año y medio de gestión libertaria, los y las docentes universitarias perdieron casi el equivalente a seis sueldos por la inflación y los recortes. A eso se suma un atraso salarial del 40% y la caída en becas, funcionamiento y condiciones básicas. “Estamos construyendo unidad y movilización como única forma de expresarse frente al gobierno”, explicó Maita, denunciando además que “Milei se envalentona con los votos para desafiar al poder legislativo”.

El movimiento de este miércoles fue más que una protesta aislada. Fue la continuidad de una lucha que crece semana a semana, como señaló Molina: “Este es uno de los focos de resistencia que tiene el país. Salta tiene que despertar”, cerró. (n.d.)