Nunca más una Argentina contra su pueblo

A 33 años del genocida golpe cívico-militar que sumió en las sombras del silencio, el secuestro, la tortura, el exilio y el hambre al pueblo argentino, las entidades que se jactan de representar al sectror más postergado -el campesinado-, llevan adelante una huelga de patrones, ironía del capitalismo, el cual solo se piensa a sí mismo, dándoles la espalda a los trabajadores y trabajadoras que les dan de comer.

En estos 33 años, aquellos que alguna vez planearon una economía de mercado para ponerle precio a los alimentos, abandonando en el hambre a los pueblos, hoy siguen en esa tesitura de “nada para todos y todo para nosotros”.

Mientras tanto, mientras las entidades agrarias intentan paralizar el flujo de alimentos y vaciar las mesas y las bocas argentinas, el gobierno viaja hasta la sojisada Santiago del Estero para felicitar al gobernador Zamora, reelegido en su segundo mandato. No le reclama el visto bueno de los desmontes, las violentas operaciones de los grupos paramilitares, ni le recrimina el recorte presupuestario en cultura; tampoco le exige una justa investigación sobre las 39 muertes producidas en el penal Nº 1 de Varones de la ciudad capital, disfrazadas de "intento de fuga y
motín". No. Apenas esquiva los cortes de los sojeros contra-piqueteros viajando en avión, para llegar a un teatro 25 de Mayo de la capital santiagueña, rodeado de punteros políticos que han llevado a la rastra a sus huestes mostrándoles la zanahoria de los planes sociales.

Contra el olvido y el silencio, contra el arrebato de la historia, nuestra historia, la Walsh propone una serie de comunicados y menciones de actividades a realizarse en el día de hoy, al cumplirse un nuevo aniversario del nefasto golpe de estado del 24 de marzo de 1976.

Porque la historia de nuestro futuro es nuestra, nunca más una Argentina contra su
pueblo.