Respuesta abierta a la Ministra de Educación de Salta

María Ester Altube, Ministra de Educación Gobierno de la Provincia de Salta.Con profunda atención leí la carta abierta que envió a la docencia salteña y se generó en mi, el deseo de responderle en virtud del dialogo preexistente y que el modo epistolar es valido para el reencuentro.

Han transcurrido varias semana desde que esta añeja herida volvió a abrirse en nuestras escuelas, y con ella el dolor se hizo presente en todos: docentes, padres, niños y jóvenes.quizás porque las heridas sanan desde su interior y muchas veces un aposito no es suficiente, y es cargado de este dolor que le escribo, desconociendo
si alguna vez leerá de estas líneas, pero volcando en ella lo más profundo de mi ser docente.

Tuve la loca idea de unirme a la huelga de hambre, lejos de mis más íntimos afectos permanecí durante dos semanas, alimentándome solo de la esperanza de todos los colegas que diariamente se acercaban a acompañarnos con palabras de solidaridad, de algún tipo de compasión o con muestras claras de indignación, pasaron muchísimas
personas rostros amigos y de ilustres desconocidos, ciudadanos y extranjeros, que buscaban hacernos desistir de aquella decisión extrema.pasaron muchos, pero aquella docente, capacitadora, aquella mujer que instaló el dialogo entre directivos de toda
la provincia, de los cuales participé activamente, aquella que anteponía su docencia a la función publica, estuvo ausente, y sentí que hubiera sido positiva su presencia, no para el enfrentamiento, espíritu ajeno a esta lucha, sino para el dialogo abierto, franco, de quien ocupa un difícil lugar pero que no olvida sus orígenes, sus inicios, que no olvida que la tiza del docente no se limpia, sino que año tras año impregna el corazón.

Quiero decirle que particularmente no respondo a ningún partido político, ni gremio alguno, respeto profundamente la ideología individual, ya que el pluralismo es la base de la democracia, pero me sorprendió cuando los medios y desde el gobierno acusaban y por lo tanto, me acusaban como parte de ese todo, de ser partidario o adherente de algún sector opositor, de ser dirigido en mi voluntad por este o por
aquel, quiero confesarle que estando en la recova escuche muchas cosas que develaban el pensamiento militante de unos y de otros, y sentí la alegría de estar en democracia, porque en esa multiplicidad se respiraba unidad, en ningún momento me vi preso de ninguna red de adoctrinamiento, muy al contrario, fui respetado en mis
silencios y en mis palabras, y valoré una vez más en mi vida la grandeza de ser docente.

Pude conocer fehacientemente cada una de las ofertas que manaron de las negociaciones, las reflexioné, las analicé.las sufrí, porque algún día señora Ministra, cuando los años transcurran y su mirada vuelva hacia atrás, desde otro tiempo, desde otro espacio, seguramente cuando los condicionamientos actuales no estén presentes, ese corazón impregnado de tiza, le mostrara con la claridad que otorga la distancia, que aquellas ofertas lastimaban al docente.

No voy a usar en esta misiva un lenguaje técnico jurídico, para hablar de derechos, garantías, constitucionalidad, porque estoy con una colega que cree en la pedagogía del encuentro, que cree que el enseñar encierra una pasión, ajena a porcentajes y normativas, pero esa alteridad donde se produce el encuentro presupone a la persona,
al individuo con su racionalidad, su libertad y su voluntad, si condicionamos al individuo en algunos de estos atributos no buscamos el encuentro sino la sumisión y esto es no reconocer al otro en cuanto otro.

Sra. Ministro, Ud. como persona con una formación profesional que le permite tener una capacidad critica sobre la realidad social, (disculpe la apropiación de sus palabras finales), le pido que más allá de su función pública analice este conflicto con las herramientas que la pasión por enseñar le brindaron todos estos años y responda a esta realidad con la libertad de su propia individualidad, no tema a la diversidad del pensamiento ni a la multiplicidad de sus acciones, la persona humana
es maravillosa cuando se juega por sus ideales, porque pone a todos en tensión de buscar un mundo más comprometido.

Le puedo asegurar que como todos los colegas yo también quiero volver a reencontrarme con mis alumnos, con cada comunidad educativa a la que pertenezco, con la certeza que me acompaña siempre en mi tarea de educar: que la calidad no se mide cuantitativamente, sino aprovechando cada instante del encuentro pedagógico.

La defensa de una política educativa no puede cerrar los ojos, los oídos y el corazón a una realidad que demanda un verdadero bien común, y esto significa dejar de lado posturas soberbias y engañosas, para que el dialogo no se transforme en una batalla, porque de aquí no deben salir ganadores ni vencidos, en este encuentro debe resignificarse la posibilidad de reconocernos todos, más allá del lugar circunstancial que ocupemos, como personas dignas.

No soy delegado, no soy líder, no soy activista, como miles de colegas de esta provincia hoy más que nunca soy Orgullosamente Docente

Prof. Mgter. César Alberto Saldaño

D.N.I. 18.443.419

* Profesor en Filosofía (Universidad del Salvador)

Master en Democracia y Educación en Valores en Iberoamérica (Univ. de Barcelona)

1 Mensaje

• Respuesta abierta a la Ministra de Educación de Salta 2 de abril de 2007 19:59, por Prof. Cecilia Ortiz.

  Estimado Prof. Saldaño:

  Una vez mas, me saco el sombrero ante la lectura de sus acertadas palabras en respuesta a la sra.ministra y estoy segura...,más que segura que las leerá.

  Es triste sentir que la máxima autoridad de la educación de Salta, no bajó ni un peldaño siquiera de su sitio para acercarse a sus colegas en huelga. Quizás así, frente a esa realidad, habríamos logrado sensibilizarla tal vez...y hoy estaríamos preparándonos ansiosos para volver a las aulas con nuestros niños y jóvenes y no en esta incertidumbre que ya agobia...y desespera...

  Profesor Saldaño: siempre rescato una frase o reflexión suya en sus escritos y en esta oportunidad me apropio, con su permiso, para hacerla pública, a la siguiente..." La persona humana es maravillosa cuando se juega por sus ideales..".

  Creo que jugándonos por nuestros ideales nos sentiremos verdadera y ORGULLOSAMENTE DOCENTES.

  Respetuosamente: Prof. Cecilia Ortiz.