Sindicalistas petroleros tartagalenses. La reencarnación de Casildo Herrera

Mucho se ha escrito en los últimos tiempos sobre la actitud y la influencia que le cabe a los sindicatos en la hecatombe que sufrió la clase trabajadora, signada por el desempleo y la precarización laboral, que al ritmo del modelo neoliberal, se implanto durante la década infame del 90, simbolizada por la pizza con champagne de Carlos Menem.

También es muy cierto que ciertos sindicalistas son recordados por algunas declaraciones que trascendieron a los mismos personajes que las pronunciaron.

Como no recordar a Luís Barrionuevo cuando sin inmutarse e incluyéndose, propuso en un programa que conducía otro símbolo oscuro, pero del periodismo, Bernardo Neustad, que había que dejar de robar dos años para que el país pudiera encarrilarse.
Pero sin lugar a dudas la expresión mas recordada, pronunciada por un sindicalista, estuvo a cargo de Casildo Herrera, que ante el golpe militar del 76, sin pudores ni cargos de conciencia declaro “YO ME BORRO “.

Nada es más representativo que esta frase para calificar la actitud del sindicato de petroleros privados en Tartagal, comandada por Alberto Romero y su trouppe, en lo que constituye una emblemática muestra de sumisión al poder económico de las empresas.

Estos caricaturescos hombres, no solo consintieron que 21 trabajadores firmaran un acuerdo con PRODUSER, empresa esta al servicio casi exclusivo de la operadora TECPETROL, donde se le pagaba una indemnización menor a la estipulada por ley, sino que también objetaron la resolución de la delegación de trabajo que no homologo esos acuerdos por mala liquidación ( $ 500.000 es la diferencia que se ahorraba PRODUSER) y que el sindicato insistió como valida, a costa de sus propios afiliados, defendiendo un acuerdo como si algo fuera parte de ellos.

Hoy lunes 25 se desarrollo en la sede de la delegación de trabajo, una reunión conciliatoria, a la que asistieron los representantes de PRODUSER (ex ypefianos, hoy patrones), la gente de la delegación de trabajo y los empleados, con la ausencia emblemática del sindicato, que prefirió borrarse y dejar solos a sus afiliados, quienes admitieron en off que están siendo presionados con no permitírsele trabajar en SERVIMAC la nueva empresa que brindará los servicios a la acaudalada TECPETROL, poniendo en riesgos sus fuentes de trabajo.

No debería dejar de llamar la atención, este estado de indefensión al que son sometidos 15 trabajadores, presionados por las empresas y el propio sindicato a resignar sus propios derechos y someterse a un curso de acción que intenta mostrarse como práctica corriente en un negocio donde los millones se cuentan por montones y a los trabajadores se les niega hasta el derrame.

Por ello, estos modernos Casildos Herreras, se simbolizan en el YO ME BORRO, porque a decir la verdad, a la hora de defender sus afiliados, nunca existieron.

Foto portada: Alberto Romero