Tras el alejamiento de Massa, ¿se viene la fórmula Lavagna-Urtubey?

El aparentemente debilitado espacio de Alternativa Federal podría reinventarse gracias a las dos figuras. Las dificultades de la tercera vía.

El derrotero electoral que lleva a las presidenciales de octubre no deja de mostrar fluidez en las propuestas políticas: los cambios en las fuerzas son constantes y nada, a pocos días de la presentación de los frentes, parece definitivo.

Uno de los espacios más impactados por estas reconfiguraciones ha sido Alternativa Federal. Hace pocas semanas, tras la victoria de Juan Schiaretti en Córdoba, el grupo celebraba su fortaleza y la consolidación de una propuesta para romper la polarización Macri-Cristina parecía posible.

Pero este domingo, la victoria del justicialista Sergio Uñac en San Juan reveló un panorama totalmente distinto. Quien alguna vez confesó el sueño de ser vice de Lavagna, hoy apuesta fuerte por una "unidad del peronismo" basada en Alberto Fernández y Sergio Massa.

Sobre Alternativa Federal, Uñac apenas deslizó un reconocimiento hacia algunos de los miembros por ser buenos muchachos y, a fin de cuentas, también "peronistas".

En los pocos pero agitados días que transcurrieron entre el domingo de Schiaretti y el de Uñac, ocurrieron la "movida" de Cristina Kirchner con la postulación de Alberto Fernández y el giro de Massa hacia una "nueva mayoría" amplia, hecho que todavía no se sabe qué resultados concretos tendrá.

En cambio, "la avenida del medio" se estrechó rápidamente. No sólo por la salida de Massa, sino también por los cortocircuitos entre Lavagna y Schiaretti. Este último, a quien todos vieron como el armador perfecto para ordenar las ambiciones y las posibilidades del espacio, se fue de viaje y "apagó el teléfono", según dejaron saber fuentes del peronismo alternativo.

El hecho es que hoy el espacio de la tercera vía aparece como debilitado y para ganar lugar en un escenario ultra polarizado –el que marcan las encuestas– se ve necesitado de dar su un golpe de efecto positivo.

A esto parecen apuntar las conversaciones que por estas horas se dan entras las segundas líneas de Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey.

Una candidatura conjunta, quizás una pulseada definitoria en las PASO. En todo caso, es posible que hombro a hombro consigan las fuerzas para armar la fórmula "despolarizadora".

Obstáculos y posibilidades

A la hora de resolver cualquier alianza, Lavagna sostiene su posición de siempre: no quiere ir a internas, sino llegar a un acuerdo por consenso.

"No pienso bajar mi candidatura a presidente. Somos la verdadera tercera vía", ratificó este sábado.

En tanto, Urtubey señaló una aspiración similar: "Yo voy a trabajar para ser candidato a presidente, presentando una opción diferente al kirchnerismo y al macrismo".

Acerca de Lavagna, Urtubey subrayó recientemente el obstáculo que representa el rechazo del ex ministro de Economía a participar en internas.

"El construyó un espacio propio, sería buenísimo que pueda competir con nosotros, pero él planteó que no tiene voluntad de hacerlo", indicó el salteño.

Entonces, la cuestión que desvela a quienes ofician de enlace entre los dos espacio es cómo resolver el problema que ya hizo crujir a Alternativa Federal y terminó con el alejamiento de Lavagna.

Según dejaron trascender, la solución podría buscarse no en la fórmula actual sino en la dimensión temporal: ahora sería el tiempo de Lavagna, mientras que Urtubey quedaría mejor posicionado para el futuro. Sería el "heredero" de una gestión supuestamente exitosa en 2023.

Esto es, claro está, una de las tantas cartas del mazo que se plantean en las discusiones.

"No estoy buscando un cargo, lo que quiero es plantear una alternativa en Argentina", afirmó Urtubey. El gobernador de salta está lanzado con fuerza a la presidencia, con una intensa campaña en redes sociales. Sin embargo, como todo el mundo, lee las encuestas en las que, por el momento, se lo ve a Lavagna mejor posicionado.

A todo esto, el reloj corre de manera acelerada en la política argentina. El próximo 12 de junio deben inscribirse ante la Justicia electoral los frentes electorales.

Lavagna y Urtubey no atesoran demasiadas fotos juntos. Mucho menos, los abrazos que se ven entre otros dirigentes. Pero la situación hace que exploren la manera de llegar a un acuerdo. De no hacerlo, podrían exponerse al riesgo de presentar candidaturas prácticamente testimoniales. (IProfesional)