Tucumán: El huevo del la serpiente

"Es un honor inmenso para mí, ocupar el sitio en el que supo estar el general Antonio Domingo Bussi, el último gran gobernador de Tucumán”, manifestó la Legisladora bussista Sandra Orquera, quien este lunes 04 de Octubre de 2021 y por unas cuantas horas, se hará cargo del Poder Ejecutivo Provincial, por circunstancias que nada tienen que ver con casualidades, sino con causalidades.

Institucionalmente, Orquera quedará al frente del Poder Ejecutivo por estar ausentes el Gobernador Juan Manzur; el Vicegobernador Osvaldo Jaldo; el Subrogante Sergio Mansilla; el Vice primero Regino Amado y, finalmente, por ser ella, Vicepresidenta segunda de la Cámara.

Vergonzosamente, Orquera quedará al frente del Poder Ejecutivo, por ser Vicepresidenta de una Cámara que poco y nada hizo para que se aplicara la ESI y la Ley Micaela; que declaró pro vida a la provincia en medio del debate nacional por la ILE; que permitió que otro Legislador Jurara en memoria del Genocida. De una Cámara en la que - por ambiciones y egos de "peronistas comprometidos con la vida" -, se entregó ese espacio de Poder al principal sector enemigo de la Democracia, que hace política desde la Antipolítica; que reivindica el Terrorismo de Estado y que manifiesta públicamente sus deseos de ver "desaparecer" la ideología del Campo Nacional y Popular.

Tal vez, la Legisladora Orquera quiera visitar otros lugares o recrear ciertos escenarios que supo pisar y montar el Militar genocida degradado (a pesar de lo cual ella insiste con llamarlo General), como el Arsenal Miguel de Azcuénaga; la Jefatura o la Escuelita de Famaillá; o el Pazo de Vargas, con sus más de 110 Identidades recuperadas, que dan testimonio de la perversidad de un plan sistemático que hubo para secuestrar, torturar, asesinar y desaparecer a seres humanos.

Podría la Legisladora pararse delante del Memorial a Detenidos Desaparecidos levantado en el mismo predio del Pozo de Vargas (que - o casualidad - fue vandalizado hace unas horas), con los nombres y apellidos de las Mujeres y de los Hombres que el oscuro Pozo tapó entre balas, escombros y cal, hasta que las manos y constancia del Camit Tucumán los trajeron a la luz, con la irrenunciable Verdad de quienes merecen estar en la Memoria colectiva por la eternidad.

También podría la Legisladora recuperar los datos de las Cuentas que al genocida se le descubrieron en el exterior y de las muchas Propiedades que dieron forma a su mal habida fortuna, producto de la corrupción criminal con que despojaban de todas sus pertenencias, a quienes asesinaban o chantajeaban.

Ni qué decir del pañuelo con que el llorón genocida secó sus mocos y lágrimas de la impotencia, ante el hecho de verse descubierto; expuesto; desnudo, tal cual era: un vil asesino que gozaba torturar; amedrentar; asesinar; robar y mentir. En definitiva, todo lo que define a esa serpiente rastrera y traicionera, cuyos huevos no dejan de eclosionar, bajo el calor de esta democracia a la que nunca quisieron y nunca querrán, con los atajos que brinda el camuflaje de las ideologías perdidas de cierto PJ y de cierta UCR.

Por eso van todos contra Cristina, porque van por lo que quede de Progresismo; de Campo Nacional y Popular; de Patria Grande. Tal como sucediera con la Dictadura de 1966; con el Operativo Independencia y con la Dictadura de 1976, Tucumán es el tablero de prueba de lo que vendrá a nivel País si no repudiamos y frenamos cada avance de la Derecha Conservadora y Reaccionaria que está atacando por varios frentes, desde Tucumán hasta la Nación, desde el dominio del Sistema Judicial hasta la advertencia de manejar también el Congreso si triunfan en Noviembre.

Vinieron por todas; todes y todos. Ahora van por la Democracia. La serpiente dejó sus huevos no solo en amplios sectores de las Fuerzas Policiales provinciales, sino además en el Estado mismo, con sus tres Poderes contaminados; en la estructura Eclesiástica; en Partidos de extremo Derecha y hasta en la UCR y el PJ; en comunicadores Sociales y en quienes imparten (no)Justicia. Infectada la cabeza, la putrefacción del resto del cuerpo, solo es cuestión de tiempo. (Primera Fuente) Por Javier Ernesto Guardia Bosñak