Las grandes patronales nacionales y extranjeras fueron responsables en la organización y desarrollo de una de las dictaduras más feroces y sangrientas de nuestra historia, que tuvo como blanco principal a los sectores más combativos de la clase obrera.
Al referirnos al rol empresario en el golpe militar de 1976, no podemos hacerlo desde un punto de vista de “actores de reparto”. Hubo una total instigación y organización para que el blanco privilegiado del proyecto genocida sea la clase (...)