DR. ARTURO UMBERTO ILLIA: “Un político ejemplar, por su honestidad y personalidad incorruptible”

En el año en que festejamos un cuarto de siglo de vigencia del Estado de Derecho los Comités Provincia, Capital y Circuito Capital de la UNIÓN CÍVICA RADICAL, junto con la Juventud Radical de Capital hacemos un alto en nuestra actividad militante para recordar a un Gran Hombre, a un Gran Presidente de la Nación, a un radical que siempre y ante todos defendió la DEMOCRACIA… Hace hoy cuarenta y dos años, un 28 de junio de 1966 el Presidente Artuto Illia era derrocado por el dictador Juan Carlos Onganía. Así se terminaba un país en el que había crecido el producto bruto interno, había mermado la deuda externa y que dedicaba a la educación el porcentaje de su presupuesto más alto de la historia.

La ruptura de la institucionalidad en nuestro país dio origen la ilegalidad. Empujo al país de lleno a vivir al margen de la ley y expensas de la arbitrariedad y la injusticia. Un país, que vivió más de medio siglo, en la alternancia entre gobiernos democráticos que sobre la mínima posibilidad dar respuesta a las demandas populares, eran expulsados por camarillas autoritarias que ante la falta de votos recurrían a las armas, sumergiendo a la Argentina en una anarquia de las botas.

El 10 de diciembre de 1983 se cerraba un penoso ciclo que se había inaugurado el 6 de septiembre de 1930. Quiso la historia que el destino escribiera sus paginas con tintas de ironía. Aquel infame derrocamiento de Don Arturo Illia, no fue consecuencia de su supuesta debilidad, sino que fueron las causas del golpe del 66 algunas de las decisiones de gobierno, como la de destinar el mayor presupuesto de la historia de los gobiernos argentinos a la Educación o como la de sancionar una ley de medicamentos que afectaba los intereses de los poderosos laboratorios extranjeros. El proyecto de país de Illia no coincidía con el proyecto que el liberalismo pergeñaba en los cabildeos militares. Así el gobierno del Dr. Arturo Umberto Illia y el sueño breve de una Democracia plena tuvo que enfrentarse con los grupos económicos que no querían el progreso social.

Muchos de los que hoy ejercemos responsabilidades en los distintos ámbitos representativos en la Argentina somos parte de esa generación que hizo del compromiso social un imperativo de conducta ética. Aun, en la disidencia sobre los caminos, existía una convicción común que buscaba instaurar la Democracia en la Argentina.

Por ello, la dimensión simbólica de este sentido recuerdo, , tiene que ver básicamente con reflejar las nuevas generaciones que nacieron con la Democracia y la libertad el valor de esa lucha

La Unión Cívica Radical, refirma su compromiso histórico con la Democracia, con las instituciones republicanas, con la vida y con la paz, juramentando ante el pueblo argentino continuar su lucha por “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”