Intendentes salteños y la malversación de fondos públicos.

La malversación de dineros públicos provenientes del gobierno nacional, gestionados por organizaciones sociales y que ingresan en las cuentas de las intendencias con fines de obras ya planificadas, no tiene fin, siendo el fraude una constante. Con una justicia cómplice por su inacción, ante las denuncias realizadas por dirigentes populares, sobre las fraudulentas maniobras realizadas por de los jefes comunales en Salta.

El Intendente de Gral. Mosconi, Julián Albarracín, es un caso testigo de como se malversan fondos públicos. Con responsabilidad del gobierno provincial y nacional, este último, por determinar de forma arbitraria que las organizaciones sociales no sean órganos de control del dinero público, destinado a obras que estos ejecutan. Siendo el intendente quien administra esos dineros, con plena facultad de retirar en las entidades bancarias, los depósitos nacionales, que como el caso Albarracín son malversados, para el supuesto pago de deudas del municipio. Tal como lo reconociera el Intendente de Gral. Mosconi.

La malversación de dinero publico en Salta, tiene una infinidad de actores. Tal es el caso de Isidro Ruarte ex intendente de Gral. Mosconi, quien fuera aliado político del gobernador Urtubey, que en el año 20011, utilizo fondos por un monto cercano a los $400.000. pesos que estaban depositados en el Banco Nación, con destino para diversas obras publicas entre ellas el cordón cuneta para barrios carentes, que ejecutó la Unión de Trabajadores Desocupados, la Fundación FUNDATRAD y sus 20 cooperativas en esta ciudad.

Ante la estafa perpetrada por Ruarte, La Fundación FUNDATRAD, que tiene como objetivo gestionar y respaldar proyectos realizados por la Unión de Trabajadores Desocupados de Gral. Mosconi, tuvo que asumir el pago de sueldos por $200.000 pesos, más materiales por el mismo monto. Ruarte perdió en las últimas elecciones, y dejo la intendencia quebrada, entre los dineros malversados están los destinados para obra pública ejecutada por desocupados organizados en cooperativas.

Estas fraudulentas administraciones comunales, han tenido la connivencia del gobierno provincial, que sabiendo de la malversación de fondos públicos, no actuó en tiempo y forma, dejando como mensaje ante la opinión pública, que la corrupción e impunidad, no tienen castigo. Con una justicia, injusta, ciega y muda.