Al repudiable mensaje de Cambiemos este 24 de marzo, con una foto contra los “negocios con los derechos humanos” hay que sumarle un hecho menos difundido pero más grave aún. En esa foto había un mensaje más pérfido: uno de los que ahí estaba Héctor "Pirincho" Roquel, que fue intendente de la dictadura en la localidad de Luis Piedrabuena, Santa Cruz, entre 1981 y 1983 y hoy es diputado por esa misma provincia.
El PRO y cambiemos no se conformar con negar el genocidio, mentir sobre los desaparecidos, burlarse de los sobrevivientes, las madres, los hijos, los familiares con fotos provocativas. No les basta reivindicar sus negocios a costa del estado, durante la dictadura y con todos los gobiernos constitucionales. No les es suficiente reclamar que la CIDH reciba a familiares de genocidas en una muestra aberrante de su reivindicación de la teoría de los dos demonios.
Encarnan ellos la continuidad civil de quienes promovieron y sostuvieron el genocidio. Ellos son los empresarios que necesitaban terminar con una generación que puso en cuestión el orden existente, los que se enriquecieron con la patria contratista. Ellos son la continuidad de una casta política que se puso al servicio de los militares genocidas con cientos de intendentes que juraron sobre el “Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional”.
Héctor Roquel es parte de los 794 intendentes que colaboraron con la dictadura a lo largo y a lo ancho del país. Unión Cívica Radical, donde milita Roquel, dirigió 310 intendencias; el Partido Justicialista, 169; el Partido Demócrata Progresista, 109; el Movimiento de Integración y Desarrollo, 94; Fuerza Federalista Popular, 78. Los datos fueron recabados en 1978 y lamentablemente no se cuentan con mayor actualización. El caso de Roquel demuestra que luego de esa fecha el número de intendentes siguió aumentando.
Cuando hablamos de golpe cívico militar hablamos de estos intendentes. Como de los jueces los que avalaron con sus fallos y sus silencios miles de secuestros, desapariciones y apropiaciones de bebés. Como la cúpula de la Iglesia que bendijo la tortura y la muerte. Como los medios de comunicación que mediante el control, la censura y la manipulación ocultaban los crímenes atroces y operaban como propaganda militar para legitimar el golpe y la dictadura.
El PRO encarna hoy esa continuidad en sus personal político y en su ideología.
Alerta spoiler. Adolescencia: la construcción de lo masculino en el laberinto digital
Es Genocidio. El precio de contar el genocidio en Gaza: más de 200 periodistas palestinos asesinados
Consumo de agua: más alarma por imágenes estilo Ghibli que por la megaminería en Mendoza
Análisis. Aranceles de Trump: el impacto que vendría sobre las exportaciones de Jujuy
Fascismo en Alemania. Demontando falsificaciones de la ultra derecha: ¿Hitler, comunista?
Patagonia Rebelde. Río Gallegos: el desagravio que Osvaldo Bayer se merecía
Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz
Portada | General | Politica | Policial | D.D.H.H. | Cultura | País | América Latina | Mundo | Pueblos Originarios
Copyright 2001 - 2010 - Todos los derechos Reservados - copenoa.com.ar