Mentiras “libertarias”. Más casta imposible: Milei y su gabinete cobran entre tres y cuatro millones por mes

¿Cuánto recibe por mes la plana mayor del Poder Ejecutivo? ¿Y cuánto los jueces, senadores y diputados? Mientras el Gobierno hace una campaña furibunda contra organizaciones de trabajadores y trabajadoras informales y desocupados, te miran desde arriba con sus bolsillos llenos. Sólo las y los diputados de izquierda cobran como un trabajador y el resto de sus dietas las donan a causas populares. El resto se niega siquiera a tratar un proyecto de ley para terminar con esos privilegios.

El Gobierno de Javier Milei acaba de informar los sueldos en blanco que cobran tanto el Presidente y su vicepresidenta como los ministros, secretarios y subsecretarios del Ejecutivo nacional. La información la entregó el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, a la Cámara de Senadores como parte de un informe que anticipa lo que será su primera presentación ante la Cámara baja, en la mañana de este miércoles.

La lista de millonarios sueldos contrasta con los ingresos de la mayoría de la población del país. Como explica Lucía Ortega en otra nota de este diario, según la Universidad Di Tella en los primeros tres meses del año 3,2 millones de personas se sumaron al universo de pobres que ya integraban otros 7,8 millones desde 2018 (cuando FMI volvió a desembarcar en Argentina de la mano de Mauricio Macri).

Ese crecimiento de la pobreza tiene una causa directa en la efectividad de la “licuadora” de la que se jacta Milei. Según los últimos datos del Indec, un hogar con dos adultos y dos menores necesitó en abril $ 828.158 para no ser pobre. En los cuatro meses de gobierno de LLA, la Canasta Básica Total (que mide la línea de pobreza) subió un 67 % y la Canasta Alimentaria (que mide la línea de indigencia) un 55 %.

Y en cuanto a los salarios, entre noviembre y marzo 2024 el Indec dice que la caída del poder de compra (la licuadora) llegó al 12 % entre los trabajadores formales del sector privado y al 21 % entre los del sector público. En el caso de los informales, ese derrumbe del poder adquisitivo significó el 27 %. En ese mismo período, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (sobre el que se calculan muchas prestaciones sociales) subió nominalmente 38,9 % ante una inflación acumulada del 107 %. Desde 2015, el SMVM ya perdió un 58 % frente a al crecimiento de los precios y tarifas.

En este contexto, medidas demagógicas como la de Milei cuando ordenó dar marcha atrás con un aumento de los sueldos de todo el Gabinete (algo que él mismo había decretado horas antes de que se transforme en un escándalo público), no pueden ocultar que sus ingresos siguen siendo muchas veces superior al de la enorme mayoría de la población.

Así, mientras el Gobierno y garndes empresas mediáticas que le son afines hacen una campaña furibunda contra organizaciones de trabajadores y trabajadoras informales y desocupados, te miran desde arriba con sus bolsillos llenos.

El informe presentado por Posse al Senado lo deja en claro. Según esa planilla, el Presidente hoy gana $ 4.066.018, incluyendo salario básico y compensaciones por las “responsabilidades del cargo”. Dentro del Gabinete, quienes menos ganan son los cargos de subsecretario, con un sueldo mensual de $ 2.981.513.

Presidente Javier Milei: $ 4.066.018
Vicepresidenta Victoria Villarruel: $ 3.764.820
Jefe de Gabinete Nicolás Posse y ministros Luis Caputo, Sandra Pettovello, Diana Mondino, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Luis Petri, Mariano Cúneo Libarona y Mario Russo: $ 3.584.006
Secretaria General de la Presidencia Karina Milei: $ 3.584.006
Secretario de Legal y Técnica Javier Herrera Bravo: $ 3.584.006
Secretario de Prensa Eduardo Serenellini: $ 3.584.006
Vocero presidencial Manuel Adorni: $ 3.282.709
Subsecretarios: $ 2.981.513
Hay otros funcionarios que, aún estando por debajo del Presidente, cobran más que los miembros del Gabinete. Por sus tareas estratégicas para el plan de Gobierno basado en el ajuste brutal y el saqueo de las riquezas nacionales, se ve que Milei los quiere bien pagos. Es el caso de las y los directores de empresas estatales. El más conocido es el de YPF, cuyos directores a fines de abril “votaron” subirse sus ingresos hasta $ 72 millones por mes, el equivalente a cien salarios obreros.

A su vez hay que recordar que en los otros poderes del Estado la cosa no es diferente. Según el último informe de la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación, cada miembro del máximo tribunal del país percibe un “básico” de $ 5.253.721, a lo que se suman extras por antigüedad y demás compensaciones. Es decir que hoy un supremo puede estar cobrando, con el aval del propio Gobierno, entre dos y cuatro veces más que Milei.

En el caso de las senadoras y senadores, con el último aumento de dietas que se votaron ellos mismos y generó un revuelo de proporciones, pasaros a cobrar en torno a los $ 7,2 millones. Y las diputadas y diputados perciben dietas que rondan los $ 2,3 millones.

Como se recordará, en marzo sólo las y los diputados del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad denunciaron el “dietazo” firmado por quienes presiden ambas cámaras, Martín Menem y Victoria Villarruel. El escándalo obligó a Milei a ordenarles retrotraer esos aumentos, aunque en el Senado luego se votó (casi a escondidas) un nuevo incremento.

Desde el primer año que el Frente de Izquierda conquistó una banca en Diputados se viene presentando un proyecto de ley que propone, entre otras cosas, “igualar el monto total de las dietas y/o haberes que perciben los/as legisladores nacionales y todos los/as funcionarios/as políticos/as de los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Nación con el salario que percibe mensualmente un/a docente que trabaja 36 horas cátedra, con 20 años de antigüedad, en la provincia de Buenos Aires, o el equivalente a dos salarios iniciales docentes en la misma provincia”.

Ese proyecto también propone que los legisladores nacionales y funcionarios políticos “sólo podrán percibir aumentos en sus dietas y/o haberes en el mismo momento y en la misma proporción a los aumentos que registren los haberes que percibe un/a docente”. Y sugiere que a su vez todas las provincias y CABA adhieran a esa medida, “igualando las dietas y/o haberes de sus legisladores y funcionarios políticos”.

Desde la primera presentación del proyecto realizada por Nicolás del Caño, todas las autoridades parlamentarias se negaron a tratar esa propuesta y llevarla al recinto para su votación. Entre esas autoridades estuvieron dos administraciones peronistas y una macrista. Entre castas no se pisan los bolsillos. Tras cinco intentos fallidos (siempre perdió estado parlamentario al no ser siquiera tratado en comisión) este año la propuesta de la izquierda volverá a ser presentada por sexta vez consecutiva.

Mientras tanto, solamente las y los diputados del FITU cumplen con su promesa de terminar con los privilegios de casta. “Nosotros cobramos como una docente y el resto de la dieta lo aportamos a fondos de lucha y diferentes causas”, sentencia Del Caño cuando le consultan sobre sus ingresos como diputado.

“En cambio, los que se aumentan un 30 % las dietas son los mismos que votan ajustar a los jubilados y trabajadores que cobran miserias; los mismos que ajustan a los que menos tienen para seguir pagando al FMI una deuda fraudulenta; los mismos que buscan conservar los privilegios de una casta política que se dedica a gestionar los intereses de los grandes capitalistas. Es indignante y muestra el abismo que hay entre esta casta privilegiada y las mayorías obreras y populares”, sentencia Del Caño. (LID) Por Daniel Satur