Respuesta a un abogado

Siempre concebí al compendio de normativas de una sociedad, como un conjunto ético (y estético) de lógica, sentido común o equilibrio, según la ontología aplicable por el criterio filosófico con que se sustenten los argumentos.

Mientras el ministro de Educación de Salta, Leopoldo Van Cauwlaert (ex de Economía en la aborrecible gestión de Hernán Cornejo) recorre, ahíto de broncas y espantos, establecimientos escolares para asegurarse "de que no haya presiones a los docentes para adherirse a la huelga" del sector, poniéndose en la misma esencia caricaturesca del secretario de Comercio kirchneriano, Guillermo Moreno, un conocido abogado local fustigó el paro de los educadores al explicar que "la ley sólo reconoce a las entidades gremiales la posibilidad de iniciar una huelga", por lo que, en su estimación, la medida de fuerza en cuestión es "ilegal" ya que había sido convocada por la Asamblea Provincial Docente, sin personería gremial ni jurídica.

Se trata de Walter Neil Bühler, asesor y amigo del ex gobernador Juan Carlos Romero y ex convencional constituyente para la primera reforma constitucional de la Carta Magna salteña, en 1986, durante la gestión del padre de su amigo, Roberto Romero. Desde entonces, cobró notoriedad la figura de Neil Bühler que fungió como constitucionalista en cuanto debate haya surgido hasta la fecha. Inclusive, junto a Juan Carlos Romero figuró en una versión comentada de la Constitución Argentina con la reforma de 1994.

El cuestionamiento a la huelga docente por parte de este conocido abogado supongo que deviene de la letra del artículo 14 bis de la Constitución Nacional: ya se sabe aquello de los derechos laborales, y principalmente, estableciendo que "queda garantizado a los gremios…el derecho de huelga". Colijo que ésta es la "ley" a la que hace referencia Neil Bühler.

Yo no soy abogado. Menos podría aletargarme de títulos tan ostensiblemente importantes como el de "constitucionalista". Pero suelo tener una mala costumbre: leo mucho. Y cada tanto, revoleo por mis neuronas el articulado completo de la Constitución (amén de otras normas como las de la Convención Interamericana de Derechos Humanos en el Protocolo sobre Libertad de Expresión que se puede leer en esta página de Agensur.info) y adjunto a esta mala costumbre, otra de indómita calaña: soy periodista y pienso…en consecuencia, existo desde mi propia ontología. De allí el comienzo de este comentario.

Las leyes no son obra de los abogados: surgen de necesidades sociales y con el propósito de que esas necesidades sean cubiertas a través del equilibrio, es decir, de la Justicia. Un modo de encuadrar los comportamientos individuales y hacerlos extensivos, de uno a otro integrante de la sociedad. Lisa y llanamente, para que todos estemos mejor de lo que estamos.

Un constitucionalista no es un oráculo. Es una persona que interpreta (con el respaldo de su proceso gnoseológico, por supuesto) de un modo, sólo de su modo, los intersticios de las normas constitucionales. Esta interpretación puede ser especulativa o no. Pero no pueden ignorarse los otros basamentos que eventualmente puedan contradecir la interpretación primigenia.

Si Neil Bühler afirma que el paro docente es ilegal, pues está equivocado. Es verdad lo que establece el artículo 14 bis y eventuales normativas basadas en la orden constitucional. Pero es verdad, también, que la propia Constitución Argentina, en su artículo 33, estatuye: "Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución, no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno."

La huelga, ¿es un derecho? La Constitución lo garantiza para los gremios. Pero no lo niega para otros sujetos, sean agremiados, colectivos o particulares. En consecuencia, aún a pesar de Neil Bühler (que seguramente carga con un bagaje de ilusionadas estimaciones doctrinarias del derecho), el derecho a holgar también lo puede declarar un solo trabajador que se encuentre avasallado por patronales o gobiernos, mientras sus sindicatos o nucleamientos gremiales se niegan a defenderlo, como ocurre demasiado a menudo y que lo digan, sino, aquellos ex trabajadores de Rentas que debieron recurrir a foros internacionales para que se reconozcan sus derechos que el gobernador Juan Manuel Urtubey ordenó estrujar en la plaza pública. Me refiero a Miguel Rojo y algunos de sus compañeros.

Si mi argumento (ya veo a todos aquellos abogados que concuerdan con Neil Bühler buscando la otra mitad de la biblioteca…para tirármela encima) resulta además de infantil, vacuo, desproporcionado o estúpido, les dejo a los hombres de leyes, lo que encontré hace algunos años cuando los docentes comenzaban con sus huelgas en el gobierno de Roberto Romero: "La huelga, sin perder su naturaleza de movimiento colectivo, es también un hecho individual; incluso no llega a ser lo primero si cada uno de los trabajadores que toma parte de ella no resuelve por sí su adhesión, abandonando el trabajo. Y es este aspecto donde, por tratarse de un derecho individual, debe respetarse la libertad personal de participar o no en la huelga declarada por el otro sujeto activo". Es de Germán Bidart Campos que no fungía de constitucionalista, lo era de verdad.

Reconocido por Bidart Campos el derecho de huelga como un derecho individual (inextinguible, salvo la desarticulación artera de las dictaduras), me quedo con el artículo 33 de la Constitución Nacional. Y le envío fotocopias al doctor Neil Bühler.

Y como diría Cleto Cobos: "Perdón si me equivoco". O mejor: "La Historia me juzgará" (nótese la mayestática "H" que cierra esta otra historia). Frases que imagino dichas por Neil Bühler, claro…

Otro sí digo: Durante la Asamblea Constituyente de 1986 conocí a quién luego sería mi esposa. Yo transmitía las sesiones para Radio Nacional (entrevistando, entre otros, a Neil Bühler) y ella, en estas primerizas auroras democráticas, asumió con seriedad y respeto su responsabilidad de convencional constituyente elegida por el pueblo. Hoy, es una luchadora docente. En huelga.

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