En el año 1999, durante un acto realizado en la ciudad de Salta en recordación de los compatriotas caídos en Malvinas, el desocupado Omar Campos fue golpeado de un puñetazo por el ex gobernador peronista Juan Carlos Romero. Campos, le reclamó en esa oportunidad a Romero, que cursaba su tercer mandato como gobernador de esta provincia, haberlo dejado sin trabajo en la administración pública.
El desempleo al que lo condenó el gobierno neoliberal de Romero en esos años, que despidió a más de cinco mil empleados públicos, (1995-2007) le ocasiono a Campos, no solo grandes complicaciones en su estado de salud, debido al asma crónica que este padecía, sino que además le genero una severa crisis familiar, que a su vez desencadenó en su separación matrimonial. Su hija se fue a vivir junto a su madre a la ciudad de Buenos Aires.
Durante un reportaje realizado a Omar Campos, recuerdo que este, tuvo que recurrir continuamente al inhalador para calmar su agitación asmática. Campos al quedar sin trabajo changueaba cortando el pasto, por lo que en aquellos años percibía cinco pesos.
¿Cómo fue su vida?
Cuando ingrese a la administración pública deje de beber, de fumar y empecé a estudiar. Complete el secundario y ya estaba haciendo el tercer año para quedarme a dentro de la administración pública. Pensaba en un futuro mejor, y trabajaba para eso, pero como premio a mi esfuerzo me dejaron en la calle. Tengo una bronca tan grande, que nunca podía imaginar que podía sentir. De saber que mi hija tiene que estar lejos de mí, y tener mi familia, mi mujer, todo destruido. Yo escucho, por ejemplo, acerca de los fiestones que se mandan en Finca las Costas, con dinero público, en la residencia oficial donde vive el gobernador con su familia y todo el gasto y el lujo que derrochan, y si te pones a pensar que cada persona del Plan Trabajar cobra veinte pesos, y que mi sueldo era de trecientos treinta con salario familiar, no lo podes creer.
¿Volvería a increpara a Romero?
No sé si de la misma manera, pero no me arrepiento de lo dicho. Yo fui a hablar con él, y encima lo trate de señor. Le dije señor gobernador, cosa que no se merece porque no es señor, ni gobernador. Tendrá el título, pero no gobierna ni hace nada. Entonces, cuando él me manda callar. Sentí bronca, y luego me sacaron los guardias. La reacción mía fue después, cuando él, haciéndose el Perón, venia saludando y tirando besos. Lo vi tan caradura, tan mala gente, y reaccioné.
Omar Campos, recibió como respuesta de su reclamo, un puñetazo de Juan Carlos Romero quien en aquellos años gobernaba la provincia de Salta.
Foto de portada: Archivo Copenoa, sobre reclamo de desocupados cesanteados por Romero durante sus gobernaciones.
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