Salta y la Cultura Cero: La Sinfónica de Salta y el presupuesto provincial

Allá por l986, durante la gobernación de R.R., algunas reconocidas figuras locales del arte y la música popular, gestaron y apoyaron la creación de Talleres Artísticos con subsidio a sus docentes. Había que reflotar la parálisis cultural propia que signara la dictadura militar hasta l983.

Esto devino como suceden las cosas, la comunidad hoy como ayer, siempre está presta y ávida de cultura y expresiones populares. A partir de entonces, empezó a generarse un creciente semillero de futuros artistas vocacionales de Salta. Emergieron después, muchos exponentes del arte vernáculo y la música popular americana. También llegó a constituirse, el primer grupo orquestal del País, con más de 50 integrantes, todos músicos salteños. Ese frustrado proyecto cultural-musical se denominaba la 1ra. ORQUESTA FOLCLORICA DE SALTA, que desapareció en l994,durante la errática gestión de un Capitán de Navío conocido como el Marino de Pigué. Desde ese momento, volvióse a la Cultura Cero, al igual que en los años de plomo, imperaba solo el discurso inapelable del NO QUIERO, NO HAY y NO SE PUEDE. Para fines de l995, asume como primer mandatario, un joven empresario y abogado salteño. Había despertado expectativas y esperanzas en una sociedad desmovilizada, quieta y vacilante. Era un comprovinciano nacido y criado en esta tierra. El tiempo pasó raudo, llegó su segundo mandato y, promediando el año 2000, un día cualquiera el primer mandatario despertó en Las Costas con una Idea fija: Había que satisfacer, entre otras curiosidades turísticas a mostrar, apetitos culturales y musicales del ABC1 lugareño. Se optó colocando al estado Provincial como mecenas absoluto del arte y la cultura de los salteños: Se iba a formar la Orquesta Sinfónica de Salta.
Para ello, hizo venir a un desconocido Director Coral de la Venezuela de CHAVEZ, cuando en nuestra provincia los hay , y buenos como cualquiera. Lo puso al frente, le facilitó vivienda (a cargo del estado), elevado sueldo, pasajes, todo a cargo del erario. Hasta le propició cargos políticos en la Administración a parientes directos. Que tal? - El foráneo asumía que había pisado el Eldorado Salteño.

Ese falso sentido de la hospitalidad solo refleja el desprecio al propio comprovinciano, cuando al de afuera se le da de todo. Por entonces la Sinfónica Contaba con 43 integrantes, de los cuales únicamente diez eran salteños. Los seleccionaba solo el Director extranjero. Los demás provenían del sur del país y de países que no usaban el idioma español. En el Boletín Oficial de la Provincia, se hacia constar la designación en el cargo público provincial, con la identificación del pasaporte extranjero. Que le parece? Figúrese lector, si Ud. como salteño le otorgarían un puesto público en Francia, Alemania, Rusia o EE.UU. así nomás. A la primera de cambio, es deportado en el acto o queda preso. Esto ocurre solo en Salta (seguirá pasando hoy….?).

Por ese tiempo, la Sinfónica y el venezolano ya eran costosos al erario. Había mucha plata y privilegios para esta gente, cuyo rendimiento musical y artístico era mínimo y no concitaba atención masiva su repertorio de élite. Salir a tocar a los barrios de la Ciudad e Interior? Impensable, por cuestiones de cartel, piel o roce social? Se comentaba en los corrillos y mentideros oficiales. En lo que va del 2008 parece que tampoco. Transcurrió el tiempo, y el antichavista Director, revestido de vana soberbia, pensó que había que agradar al Rey local, y decidió y proyectó ampliar la Sinfónica.

No importaba el costo. Convocaba a “recomendados”, a su propio hijo y músicos de otros lugares de la Argentina para integrar la ORQUESTA SALTEÑA.

Tal vez por eso, en la actualidad son el doble de sus integrantes. Y obvio, tienen que doblar el costo que afronta el estado provincial. El forastero se sentía con poder y la venia del propio Gobernador.

Un día cualquiera, surgió un desacuerdo de orden financiero y prebendas varias, y aterrizó en Salta su reemplazante. Un tal Gorelik, con más ínfulas que pergaminos. Quizás un poco menos oneroso que el anterior, pero siempre caro si se considera su verdadera dedicación y rendimiento laboral.
Y los posibles candidatos locales, no había o emigraron todos acaso? Lamentablemente, la historia volvía a repetirse…. Y nadie protestaba por estos lares.

Después, llegó Urtubey al Grand Bourg, y cuando fuè informado del costo de la Sinfónica, ese juguete caro, cual capricho imperial de ROMERO, se asombró primero…. Y luego consintió. Tanto fué así, que en el mes de Mayo de 2008, le ordenó a su “ hippie” Ministro de Finanzas, que incremente los haberes de todos sus músicos, director incluido.

Que le pueden haber dicho al Mandatario, entre solfeos y corcheas mediante, para adoptar tal decisión. – Esta gente nunca cobró sueldos similares al de los docentes salteños. La cuestión fué que retoques cosméticos de por medio, la SINFO NICA aumentada, hoy eroga 3.000.000 de pesos al año. 250.000 mensuales (No hay recaudación posible aquí que pueda cubrir este elevado costo) 8.300 pesos y 296 por hora. Todo para que? Para que este núcleo de privilegiados, apéndice del estado, solo trabajen (…?) 3 horas al día y 28 horas al mes? - Pero, donde viven estos nuevos “protegidos” del reciente régimen URTUBEIANO? En Suiza o Canadá, y cobran como si estuvieran en la Sinfónica de Berlín?
Conocer estas amorfas realidades que ya no tienen razón de ser, irritan la epidermis social de los que habitan este terruño.
Hay que hacerles entender a ese reducido círculo áulico que deciden desde las colinas del Grand Bourg y Finca Las Costas, que es necesario y urgente un replanteo de sus esquemas y preconceptos mentales, que ya no se puede y debe seguir “tirando” la plata de los salteños, en snobismos chic, demodé , caros e innecesarios. Si al Director de la Sinfónica se le abona como a un Diputado Provincial, inclúyanlo en una lista partidaria, y se ahorraría dinero de las arcas públicas. En el entretanto, abran las puertas y ventanas a la cultura viva y auténtica del arte popular a toda nuestra gente, capaz, estudiosa y por sobre todo la que ama a la tierra de sus mayores. Ellos, como nadie, proyectarán la recuperación y vivencia de los valores estéticos, como irrepetibles creadores y promotores de la identidad cultural, social y musical de un pueblo.

Por lo tanto, el estado provincial por imperio de indelegables obligaciones constitucionales, al margen de ideologías políticas y de clase, debe continuar actuando como el impulsor y mecenas, de toda expresión cultural propias, pero ya no PARA LOS DE AFUERA.