Salta se promociona con copas de bodegas de Mendoza

Una campaña nacional para promocionar a Salta como destino turístico despertó sorpresa en redes: las imágenes muestran copas de bodegas mendocinas, como Zuccardi, en lugar de exaltar lo propio. Aunque también aparece Piattelli, bodega con fuerte presencia en Cafayate, el mensaje quedó desdibujado.

“Re Salta de Linda” es el eslogan con el que la provincia norteña busca instalar su marca turística a nivel nacional. Sin embargo, una reciente pieza promocional generó confusión entre quienes conocen la identidad salteña: en el reel difundido en @visitsalta, cuenta oficial del Ministerio de Turismo de la provincia, las copas que acompañan la campaña pertenecen a bodegas mendocinas, como Zuccardi, con base en el Valle de Uco.

El video, con estética cuidada y clara intención federal, busca captar la atención de los amantes del vino, la gastronomía y los paisajes. Pero la imagen central, donde se sirve vino en una copa grabada con el logo de Zuccardi y colgante de “Re Salta de Linda”, provocó una disonancia visual y conceptual

La escena tiene como protagonistas a la ministra de Turismo y Deportes, Manuela Arancibia, y a otros referentes del sector, quienes brindan con vino tinto mientras cuelga una etiqueta con el nombre de la campaña salteña. En paralelo, también se observan copas de Piattelli, bodega con fuerte presencia en Cafayate pero también en Mendoza, y una botella de Amalaya, efectivamente salteña.

La intención de la campaña es clara: vincular la imagen de Salta con el vino, la gastronomía y el disfrute. Sin embargo, al valerse de copas identificadas con Mendoza —máxima competidora en el turismo del vino—, el mensaje se vuelve ambiguo.

En una provincia que cuenta con joyas enológicas como El Esteco, Colomé, Amalaya y Domingo Molina, el recurso elegido pareció desaprovechar la oportunidad de reforzar una identidad única. El vino de altura, uno de los emblemas del Valle Calchaquí, tiene características que diferencian a Salta de cualquier otra región del país.

Desde distintos sectores vinculados al turismo y el vino, la pieza fue recibida con sorpresa. Algunos incluso señalaron que promocionar la singularidad salteña con elementos visuales de otra provincia es un error estratégico que atenta contra el mensaje que se pretende instalar.

La campaña, que forma parte del calendario de promoción nacional, deja abierta una discusión sobre la coherencia en la construcción de marca: ¿es posible representar a Salta desde una estética mendocina? ¿O es momento de capitalizar con más fuerza aquello que la hace irrepetible? (profesional)