Leyendo a algunos colegas que expresan sus posiciones “independientes”, me surge el mismo pensamiento que expresé el sábado en la Asamblea. He escuchado a algunos colegas que planteaban que el problema eran los “zurdos”, “las agrupaciones”, etc. Entre el escalofrío que me corría cuando escuchaba estos argumentos, pensaba (yo que soy “zurda”): ¿Cuál será el “pecado”? Entonces me pregunto ¿Qué le enseñamos a nuestros alumnos, a nuestros chicos?, ¿Que no piensen con cabeza propia? ¿Que comprometerse y jugarse por lo que uno cree está mal? ¿Que “tener” ideas políticas es sinónimo de demoníaco?
¿Qué pensarán esos colegas cuando van a votar? Si tanto repudio sienten hacia la política, ¿Por qué no gritaron igual de fuerte, cuando salió ese afiche “anónimo” diciéndole a Urtubey que había ganado con el voto de los docentes? ¿O será que rechazan la política cuando no es la que a ellos les gusta? ¿Por qué cuando se hizo la lista naranja, no se escucharon de estos mismos colegas estas posiciones?, y recientemente cuando fueron las elecciones para la junta y se presentaron 12 listas, de las cuales varias eran de la asamblea y de hecho una de ellas motorizada por este mismo grupo, nadie cuestionó nada, y está bien que así sea porque todos tenemos derecho a agruparnos y organizarnos como lo creamos conveniente.
Cuando luchamos por nuestro salario, luchamos contra un modelo económico y político, aún cuando muchos dicen que es “sólo una lucha salarial”, porque justamente debemos luchar con la herramienta que tenemos como trabajadores “el paro o la huelga” para defender nuestros derechos de vivir dignamente, y cuestionamos todo el modelo: que haya ñoquis, ministros y diputados que se enriquecen con la plata del pueblo, que hay plata, pero que no se invierte en las cosas necesarias, sino que la “disfrutan” unos pocos y que esas políticas son vertebradas por partidos políticos, que expresan las necesidades de distintos sectores sociales, por que el ser humano es un ser político, simplemente por que puede pensar y actuar de acuerdo a su pensamiento, ¿o no?
Es increíble que en pleno Siglo XXI, algunos sigan diciendo que la política debe estar afuera de todo, que “somos independientes”, ¿De qué?, o será que no nos queremos comprometer con nuestra propia existencia? O no queremos asumir la responsabilidad que nos cabe como EDUCADORES de mostrarles a nuestros niños las injusticias, de mostrarles que otro mundo es posible, pero que para eso hay que comprometerse. O tal vez creemos que el método del engaño al que nos tienen acostumbrados, tanto dirigentes políticos como gremiales, es también el que adoptan los que acusan de hacer política al resto.
Algunos hemos decidido comprometernos políticamente, y es tan legítimo como el que decide no hacerlo.
Esto no significa no respetar al resto, al contrario, pero sería bueno que cuando alguien piense distinto o sea crítico de la realidad que nos toca vivir, en una asamblea, en nuestras aulas o donde sea, no lo discriminemos, no lo amordacemos, no lo rotulemos, quizás pueda estar equivocado, quizás no, y seguramente si intercambiamos opiniones, si discutimos, aún acaloradamente, podamos sacar mejores conclusiones o soluciones que si sólo escuchamos la campana del pensamiento único.
Porque: ¿De qué se trata la unidad? Esa a la que tantas veces nos referimos en la Asamblea?
La unidad no es el pensamiento único, es la diversidad, es el convivir con diferencias, sabiendo que con ellas y a pesar de ellas, el enemigo no está entre nosotros, es tolerar y respetar al otro aunque no piense igual que yo, aunque sea “zurdo”, radical, peronista, independiente, etc.
Mas que nunca debemos defender la unidad, desterrando todo tipo de prácticas que anulen al otro, que lo demonicen, que lo amordacen, no tengamos miedo a las diferencias, tengámosle miedo al unicato y a la homogeneidad.
Si logramos avanzar en este camino, estamos convencidos que podremos lograr no sólo mantener la unidad de nuestra Asamblea, sino volvernos mejores personas y mejores docentes apostando a que nuestros niños y la comunidad que nos miran, se animen ellos también a ser protagonistas de su propio futuro, porque la democracia es diversidad, tolerancia y acatar lo que resuelve la mayoría, aunque muchas veces no estemos de acuerdo, sino ¿De qué democracia hablamos?
Por eso el viernes, Alternativa a pesar de haber propuesto la continuidad del paro y en función de la crisis desatada (en donde lo que se perdió realmente, al margen de la votación y de la propuesta de cada uno, fue la confianza entre nosotros y esto es lo que hay que reconstituir, por eso no nos retiramos), propusimos ceder posiciones por la unidad, y pasar a una próxima asamblea donde pudiéramos discutir mejor, más serenos y consultando a nuestros colegas en cada escuela, sabiendo que aunque fuéramos mil, los que no estaban y ante una escasa diferencia entre cualquiera de los resultados, la unidad no estaba garantizada. Por eso nuestra propuesta fue asentida por el conjunto de los colegas presentes tanto por los que querían seguir, como por los que no. Lamentablemente el vocero se retiró abandonando al resto de los delegados departamentales y a la mayoría de los docentes que nos encontrábamos en la escuela, al tiempo que la delegada de Capital no sólo se llevó el sonido, sino que apareció hoy en “El Tribuno” tergiversando la realidad que los propios medios desmienten, sembrando más confusión y alimentando antagonismos, al mejor estilo de los dirigentes tradicionales.
Creemos que tergiversar los hechos y aplicar este tipo de métodos no ayuda, porque el vocero, es vocero de TODA la asamblea, los delegados, son delegados de TODA la Asamblea y la Asamblea es de todos los docentes y no de un grupo.
Para lograr la unidad no se trata de “ceder”, de sacarse la “camiseta” y ponerse el guardapolvo, sino de aceptar las diferencias y eso no es disfrazarnos de otra cosa distinta a la que somos, sino simplemente buscar lo que nos une y juntar fuerzas para seguir luchando por lo que hace tantos años, venimos planteando TODOS, la defensa de la escuela pública gratuita y laica. La división sólo le sirve al gobierno y a los burócratas como Wardi y Choque para hacer creer que los docentes no podemos opinar y decidir nuestro destino.