Discurso presidencial pedir por favor no es gobernar

Cuando un Gobernante debe actuar y tomar medidas ejecutivas para los gobernados no pude improvisar un discurso político sin haberles concretado antes.

El discurso Presidencia y lastimoso , sono flojo con explicaciones obvias, toda que el reclamo del “ campo” tiene dos partes : Los grandes productores convertidos en empresas multinacionales que absorben toda la masa critica productiva del país ,pero que nadie los nombra ni siquiera la Presidente . curioso no?
Y están los otros , los miles de pequeños y medianos productores que no se conoce si el Gobierno Nacional los haya empadronado alguna vez como unidad económica y no solo a los efectos impositivos. De existir información veraz y actualizada de la realidad económica que circunda a esta gente, la primer Mandataria no tendría derecho a incurrir en tantas generalidades sobre ellos.

Todo esto, más allá si es confiscatorio o no el unitario impuesto ( retenciones) no coparticipable a las Provincias que lo generan .Pero esta cuestión merece otro análisis a futuro.

Claro que ya está “sojizada la Argentina y la escalada de precios internos empezó mucho antes de esta gestión con el clásico “experimento colectivo” que hicieron y hacen las multinacionales que desabastecen a voluntad de combustible el mercado interno, pero bueno esto no es tapa de los principales medios de comunicación porteños, de origen extranjero .
Ahora bien, y después del discurso que?
Quien propondrá un “ Pacto de la moncloa? - un gran acuerdo nacional?Los Ministros o la propia Presidenta de la Nación?

No sirven a nadie , las apelaciones que se hagan con el corazón y desde un basamento moral a quienes le responderán con el bolsillo. Ya padecimos antes esa experiencia amarga y hoy no se ve fragilidad política en las autoridades, no es la época de entonces. Pero no pueden actuar, gestionar y gobernar sin información verificable de hechos, personas y situaciones.

El mito del discurso urbano del gobernante no se construye con grandilocuentes palabras y citas políticas de moda, sino con contenidos estructurales reales y no de conjeturas.

Habrá que recordarle a la Presiente de la Argentina que la politica de verdad no tiene sexo.