"Son incorregibles"

Borges dijo alguna vez “Los peronistas no son ni malos ni buenos, son simplemente incorregibles.”, y Lavagna confirmó la hipótesis demostrando que las palabras del gran escritor están más vigentes que nunca. El ex ministro nunca negó su sentir peronista, y lo confirmó con su maquiavélica maniobra, pues luego de competir contra
los Kirchner por el cargo de Presidente de la Nación y de denunciar todos los fraudes y falsedades practicadas desde el Gobierno por el ex presidente, decidió volver a las filas del kirchnerismo para llevar adelante la “reorganización del partido justicialista y ayudar al hoy “presidente ad hoc” (Néstor Kirchner) a lograr
la conquista definitiva del poder.

Gisel Zamorano presidente de la JR de Salta Capital expreso “El ex ministro de esta manera esta contribuyendo fragmentar a la oposición, lo cual tiene un dato de fondo bastante dramático porque esto daña seriamente a la salud de la República Democrática, significando esta adhesión la renuncia a la vida cívica activa para
desaparecer absorbido por una voluntad superior que lo convierte en mero instrumento del binomio que hoy ejerce el Poder Ejecutivo” y agregó “Es oportuno recordar que los 3.300.000 votos (equivalentes al 17% de los electores), que obtuvo la Concertación UNA no son de Lavagna, porque quienes lo votaron lo hicieron creyendo
ver una opción UCR anti Kirchner y este dato creo no es comprendido ni por Kirchner ni por Lavagna porque están cegados por su respectivos egocentrismos.”

Matías Assennato referente juvenil de la UCR manifestó “Que ejemplo para la juventud a la que tanto agradeció por su colaboración en la campaña. Como joven debo decir que estos actos de cobardía cívica me avergüenzan, tanto la del ex ministro como la de los gobernadores o intendentes de los distintos lugares de nuestra república que
dejan de lado sus convicciones, su ideales, dejan de lado un proyecto de país con solidaridad, justicia, igualdad y prefieren arrodillarse ante quien les ofrece dadivas que podrán llenar sus bolsillos pero que en definitiva vacían su alma y dañan a todos los argentinos. Personalmente veo con dolor y tristeza estas maniobras contrarias a cualquier causa patriótica y de bajo decoro político. La Argentina no pide sino que exige una resurrección moral. Quienes nos gobiernan hoy, no pueden
seguir dando, impunemente, esa cátedra a la juventud, porque si bien Kirchner es un gran realizador de poder, esta claramente demostrado que esa acumulación del poder no es al servicio de la democracia sino del afianzamiento de su hegemonía personal.”

Los jóvenes radicales manifiestan su enérgico repudio a esta actitud llevada adelante por el ex ministro de economía y advierten que “los destinos de la nación están en manos de un matrimonio que nos lleva, fatal y velozmente, por la pendiente del abismo; la moral administrativa de las reparticiones públicas gime bajo el peso abrumador de terribles acusaciones, sin que de arriba se inicie un proceso de corrección eficaz y saludable; la descentralización administrativa y política casi
ha desaparecido, pues ya en el hecho no hay provincias, ni municipalidades elegidas por el pueblo sino por comisiones de “sirvientes” llevados al poder para asegurar el abuso y la arbitrariedad.Se fue 1 pero aún quedan 3.299.999 argentinos que seguirán luchando por un República Democrática y Federal”